Ya en febrero de 2009 inserté en este blog un primer
artículo sobre este retablo, llamado“Retablo del arzobispo don Sancho de
Rojas”, en la actualidad expuesto en el Museo del Prado. Dicho retablo se
encontraba en nuestro pueblo, casi olvidado, desde el año 1537 en el altar del
antiguo cementerio, hoy parque infantil, hasta que reconociendo su gran valor
artístico fue restaurado y trasladado al Museo del Prado de Madrid el año 1929.
La estancia en nuestro pueblo del citado retablo fue de 479 años en aquel
humilde altar. Posiblemente este retablo estuvo enclavado en la actual iglesia,
pero dado los avatares y expolios a que fue sometida ésta se decidiera su
traslado al cementerio. Toda esta relación del citado retablo con nuestro
pueblo es lo que me mueve a seguir hablando sobre él, recopilando notas e
imágenes cuya procedencias son las hemerotecas de prensa escrita.
El año 1964 la revista semanal “Blanco y Negro”, hoy desaparecida y perteneciente a la editorial
del semanario ABC, realizó un reportaje sobre este retablo cuyas imágenes de algunas tablas publico a continuación:
El llamado «Retablo del
arzobispo don Sancho de Rojas», obra anónima del primer cuarto del del siglo XV, se conserva en la sala L (planta baja)
del
Museo del Prado. Fue adquirido a la parroquia de San Román de la Hornija (Valladolid) en
1929. Anteriormente este
retablo perteneció a San Benito el Real, de Valladolid, y fue sustituido en el siglo XVI por la más famosa
obra de Berruguete. Don Sancho de Rojas fue primero obispo de Palencia y llegó al arzobispado de Toledo en 1415. Murió en
1422.
CATEQUESIS
DE LOS OJOS
Hubo un tiempo en que pocos hombres sabían leer y era necesario que la
catequesis, la enseñanza, fuera para los ojos. Hoy, cuando casi todos
leen, debe seguir siendo importante, primaria, esa catequesis del
mirar. Delante de Cristo, de su pasión, hay que mirar y no leer, que
la fe es mirada y no lectura. De la gran época de fe
escogemos algunas tablas de este retablo anónimo, un retablo que, como tantos, hacía catequesis resumiendo la vida del Señor.
Ahora cubrimos con velo lo que podría ser gozo, para mirar solamente
lo que debemos mirar con dolor. Esta pintura, del primer cuarto del siglo XV, hereda de la Edad
Media la ingenuidad, el realismo, y tiene algo de la nueva en su hermosa técnica: ambas cosas unidas nos dan esa
solemnidad del dolor, ese dolor
hecho culto, liturgia, que tanto necesitamos para estos días.
La Pasión - 1
Ecce - Homo
La Flagelación
Camino del Calvario: Jesús con la Cruz a cuestas
La Crucifixión
La Pasión - 2
El santo entierro
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