viernes, 15 de septiembre de 2023

Origen de expresiones y dichos populares de nuestro idioma.

 


SEGUNDA PARTE

 

Los dichos o expresiones son frases que se utilizan con un sentido figurado, en lugar del que sería su significado literal. Junto con los refranes y proverbios, son parte de lo que en lingüística se conoce como “lenguaje formulaico”. Hoy ampliamos nuevas expresiones completando las que publicamos en el artículo del 15 de febrero del presente. Hemos de hacer notar que tales expresiones ofrecen una gran dificultad a los extranjeros a la  hora de aprender nuestro idioma.

 

“LAS PAREDES OYEN”

Esta expresión se usa para indicar la prudencia y precaución con que debemos decir lo que puede comprometernos o comprometer a otras personas.

Esta frase procede de Francia. La reina Catalina de Médicis era muy desconfiada, y para poder escuchar mejor a las personas de quienes sospechaba mandó instalar en las paredes del Palacio Real conductos acústicos.

 

“PONER A ALGUIEN LOS CUERNOS”

Ser infiel a su pareja.

El origen de esta expresión procede del comportamiento que tenían los gobernadores de los países nórdicos.

Parece ser que, tenían un tipo de derecho de pernocta que les permitía pasar la noche con la mujer de sus dominios que les apeteciera. Cuando el señor entraba en la casa de la mujer elegida, se colgaban en el exterior de la puerta unos cuernos de alce en señal de su presencia. La colocación de la cornamenta no sólo no era causa de deshonor para el marido, sino que suponía un motivo de orgullo. Si la mujer estaba casada, su marido mostraba felizmente a sus vecinos el adorno, pues constituía todo un orgullo que el gobernador estuviera allí.

Así surgió la famosa frase: “Te pusieron los cuernos” o “eres un cornudo”.

 

“SONAR LA FLAUTA POR CASUALIDAD”

Expresión que significa acertar una cosa inesperadamente.

       Procede de la conocidísima fábula de Tomás de Iriarte, “El burro flautista”, que la pongo entera:

Esta fabulilla, salga bien o mal,

me ha ocurrido ahora, por casualidad.

Cerca de unos prados, que hay en mi lugar,

pasaba un borrico, por casualidad.

Una flauta en ellos, halló, que un zagal

se dejó olvidada, por casualidad.

       Acercose a olerla, el dicho animal;

y dio un resoplido, por casualidad.

En la flauta el aire, se hubo de colar,

y sonó la flauta por casualidad.

"!Oh¡, dijo el borrico, ¡qué bien sé tocar!

¿Y dirán que es mala, la música asnal?"

 

“SER CULO DE MAL ASIENTO”

Se aplica a la persona que cambia mucho de empleo, residencia, etc.

Dícese de los inconstantes.

La expresión alude, no a las posaderas del hombre, sino al culo de las vasijas, que cuando no es totalmente plano hace que aquéllas bailen.

 

 “TIRAR DE LA MANTA”

Tirar de la manta, significa indagar el posible origen de un asunto muy peligroso.

Esta expresión procede del siglo XV, cuando los judíos fueron expulsados de Navarra, salvo los que se convirtieron al cristianismo. Para distinguir las familias conversas del resto de los fieles, se colgaron en las iglesias unos lienzos, llamados mantas, con los nombres de sus miembros.

 

“BURRO GRANDE, ANDE O NO ANDE”

Esta expresión se utiliza para indicar que la cantidad es mejor que la calidad. El origen de esta expresión está en la respuesta de la siguiente pregunta.

¿Es mejor beber el vino de una botella grande o de una pequeña?

 - De una grande, porque así se puede beber más. De ahí la expresión “burro grande, ande o no ande”.

 

“ANCHA ES CASTILLA”.

Obrar con total libertad.

Tiene origen en tiempos de la Reconquista. Los desolados campos castellanos eran el sitio perfecto para iniciar un negocio. Después de tener bajo control un territorio arrebatado a los moros, surgía la necesidad de dar sentido a esas tierras, Pues... ¡ancha es Castilla!

 

“ENTRE PINTO Y VALDEMORO”.

La expresión significa estar indeciso.

Se dice que, antiguamente, Pinto y Valdemoro (son dos pueblos vecinos de la comunidad madrileña), estaban separados por un arroyo.

En Pinto, había un hombre aficionado a la bebida y con poca sesera que solía ir por las tardes con unos amigos a las afueras del pueblo. Cuando llegaban al arroyo que separaba ambos términos, el borrachín se divertía saltándolo, canturreando a cada salto: "Ahora estoy en Pinto. Ahora estoy en Valdemoro". En uno de los brincos tropezó, cayó al fondo del riachuelo y exclamó: "¡Ahora estoy entre Pinto y Valdemoro!".



¡VIVA LA PEPA!

Significa que todo está permitido, hay un descontrol absoluto, no hay códigos, ni normas...

El origen está en el grito de los liberales aludiendo  a la Constitución de 1812, aprobada el 19 de marzo
(San José), cuando los franceses prohibieron vitorearla en público.


¡ESTO ES JAUJA!

Se dice que algo es Jauja cuando es genial, cuando no hay nada malo, todo es alegría y felicidad.

Es el nombre castellano de un Valle andino conquistado por Pizarro en lo que hoy es Perú, famoso por su clima benigno y la riqueza de su suelo.


“LLEVAR AL HUERTO”.

''Llevar al huerto'' : conseguir que alguien haga lo que quieres.

 Se dice desde que la Celestina consiguió llevar a Melibea al huerto en que esperaba Calixto.

 

“MENOS LOBOS”.

Esta expresión popular, que se utiliza para tachar de exagerado lo que alguien dice.

Un andaluz llamado Pinto decía haber visto una manada de l00 lobos. Sin creer el relato, sus amigos le decían "¡Menos lobos, tío Pinto!". El hombre fue rebajando la cifra hasta reconocer que sólo había visto la cola de un animal.

 

“MOROS EN LA COSTA”.

Expresión de uso familiar para advertir a alguien sobre la presencia de quien representa cierto peligro porque no conviene que escuche algo de lo que estamos diciendo.

   Divulgaron el dicho las milicias populares que se dedicaban a frenar los ataques de los piratas berberiscos.

 

¡NARANJAS DE LA CHINA!

Se usa para negar lo que otro acaba de afirmar.

 Viene de la época en que el pueblo no creía que las naranjas procedieran de tan lejano lugar.

 

QUIEN FUE A SEVILLA PERDIÓ SU SILLA.

Es como una especie de disculpa cuando uno ocupa el lugar que otro ha abandonado.

En el siglo XVI, el arzobispo de Sevilla cambió su puesto a su sobrino, arzobispo de Santiago, que era incapaz de dominar la ciudad gallega. 

Cuando quiso volver a su tierra, el sobrino se negó a cederle su puesto.

 

SE ARMÓ LA DE SAN QUINTÍN.

Armarse alguna pendencia o riña muy violentas. En esta batalla (1557), el Ejército español entró en Francia desde Flandes y aniquiló al francés, pero perdió a su vez muchos hombres.

 

TODOS A UNA COMO EN FUENTEOVEJUNA.

 

Estar todos de acuerdo en un asunto.

Como relató Lope de Vega, en este pueblo cordobés la gente se unió para matar al Comendador, autor de muchos agravios.

 

ACABAR COMO EL ROSARIO DE LA AURORA

Esta expresión quiere decir acabar una cosa mal, por falta de acuerdo.

El origen, alude a la procesión de la Cofradía del

Rosario, que recorre las calles cantando al asomar la aurora. Y efectivamente había conflictos, si tenemos en cuenta que a la hora de salir el rosario solían andar las rondas de jóvenes pendencieros por las calles, y que hasta no hace mucho eran frecuentes en España y las confrontaciones eran por motivos políticos o religiosos.

 

SER LA CARABA

La expresión “ser la caraba”, usada para dar a entender que alguien es bromista, tiene su origen en una antigua caseta de feria en la que se anunciaba “La Caraba”. Quienes entraban, pensando en ver algo extraordinario, se encontraban a una burra vieja y flaca. Ante las protestas, el dueño siempre argumentaba lo mismo, que él no mentía y que la burra era “la que araba…y ya no ara”

 

MEAR FUERA DEL TIESTO

 

En la mayoría de las regiones españolas, un tiesto es un vaso de barro cocido que sirve para criar plantas. Pero en Castilla también equivale a orinal. Así pues, mearse fuera del tiesto significa orinarse fuera del orinal y, en sentido figurado, salirse de la discusión, y hacer o decir un despropósito, es decir, expresar que alguien ha hecho o dicho algo que no debía

 

“A LA CHITA CALLANDO

 

Hacer una cosa "a la chita callando" significa hacer algo calladamente, con disimulo, y por lo general usando argucias para conseguir lo que se pretende sin que los demás se den cuenta.

No se conoce con seguridad el origen de esta expresión, pero son dos las opciones que se han propuesto para explicarla. La primera se remontaría a los tiempos de la dominación musulmana, cuando los invasores norteafricanos introdujeron en la península un tipo de caza en el que se utilizaba el gato montés, en realidad una especie de leopardo muy veloz y voraz conocido como cheetah o chita.

Esta variedad de montería se hizo muy popular también entre los cristianos, hasta el punto que el monarca Alfonso X el Sabio la prohibió expresamente en su reino, bajo pena de fuertes sanciones. Sin embargo, muchos cazadores la siguieron practicando a escondidas e ilegalmente, es decir, callando la chita. De estos procederes se quiere que provenga la moderna expresión.

La otra explicación es más prosaica, pero también probablemente más acertada, y se refiere al juego de la chita, hasta hace poco bastante popular aún en muchas zonas. La chita es otro nombre que recibe la taba o hueso astrágalo de la pata de los corderos. Este hueso se utilizaba no sólo por los niños en sus juegos, sino también por los adultos para hacer apuestas, hasta que fueron prohibidas. Por ello los jugadores empedernidos tuvieron que seguir haciéndolo a la chita callado, es decir, sin que nadie se enterara.