Niños huyendo de Bombas Napalm |
Aquellos que
vimos por la tele, hace aproximadamente 52 años, esta imagen no las olvidaremos
jamás. El fotógrafo Nick Ut fotografió a un grupo de niños vietnamitas que
huían por una carretera despavoridos y quemados por las bombas de napalm. La
niña que corría desnuda gritando de dolor por las quemaduras, junto con sus
primos, era Kim Phuc. Esta impactante instantánea ganó el premio
Pullizer el año siguiente. La horrible fotografía de niños que huyen de un ataque mortal con napalm se
convirtió en una imagen definitoria no solo de la guerra de Vietnam sino del
siglo XX. Humo oscuro ondeando detrás de
ellos, los rostros de los sujetos jóvenes están pintados con una mezcla de
terror, dolor y confusión. Los soldados de la 25ª División del ejército de
Vietnam del Sur los siguen impotentes. Esta imagen refleja el terror de aquella
guerra que causó un millón de muertes entre civiles.
Es un testimonio
que refleja el sufrimiento que puede provocar la barbarie humana, previsible y
evitable si la condición humana no estuviera podrida por el odio, los
fanatismos y los intereses económicos. La inmensa mayoría nos conmovimos al
contemplar esta escena. Habría que ser muy mala persona para no hacerlo o ser
un psicópata que no es capaz de sentir empatía por las víctimas. Las guerras hacen
hábito de la muerte y, como consecuencia, la vida pierde todo valor, hasta la
insignificancia. Las vidas humanas están a merced
de sanguinarios iluminados, revestidos de mesías de sus pueblos. Los medios de
comunicación informan diariamente de los muertos y heridos que se van
produciendo en atentados y contiendas. Actualmente tenemos buen ejemplo
de esta barbarie en dos focos: Gaza (Palestina) y Ucrania, donde se cometen verdaderas
salvajadas como atacar hospitales, escuelas, viviendas familiares, vehículos de
ONG que tratan de combatir la hambruna de niños inocentes a dicho conflicto
etc. Las noticias e imágenes diarias que recibimos por televisión, que antes nos entristecían, lejos de
impactarnos nos están habituando a percibirlas con una pasmosa indiferencia. Desconocemos el
final de esas contiendas, de los focos bélicos antes enunciados, pero pudiera
ser que, ante la impotencia de conseguir los objetivos de una total victoria,
se lleve a cabo el uso de otras armas más destructivas como las nucleares, que
traerían consigo efectos más perversos. La humanidad se va degenerando y va en
declive hacia la autodestrucción. ¿En nombre de qué patria o bandera podemos
encontrar justificaciones para matar a niños y personas inocentes? ¿Por qué sigue habiendo guerras? La pregunta sobre la existencia aun de las guerras es muy compleja y las respuestas varían dependiendo del contexto
histórico, político, social y económico de cada conflicto. Aquí hay algunas
razones generales por las cuales las guerras pueden ocurrir: ._ Conflictos de intereses: Los países pueden entrar en guerra debido a disputas territoriales, recursos naturales, poder político o influencia económica. 2._ Ideologías opuestas: Las diferencias ideológicas o las tensiones
religiosas, a menudo, han sido la causa de conflictos armados. 3 ._ Competencia por el poder: La lucha por el poder o por su
permanencia entre líderes o grupos dentro de un país, o entre diferentes países
o bloques de países, puede conducir a conflictos armados. 4._ Autoestima: Los países pueden recurrir a la guerra para
protegerse de una amenaza percibida o real de otro país 5._ Problemas sociales y ecanómicos: La pobreza, la
desigualdad, la opresión y otros problemas sociales y económicos pueden
alimentar el resentimiento y la insatisfacción que conducen a conflictos
armados. 6._ Factores históricoe: Las tensiones históricas y los conflictos no
resueltos pueden estallar en guerras, especialmente si hay sentimientos de
venganza o justicia pendiente. 7._ Manipulación política: Los líderes políticos a veces recurren a la guerra
como una forma de distraer a la población de problemas internos, consolidar su
poder o desviar la atención de escándalos o fracasos políticos. 8._ Intereses económicos de terceros países: Países sumamente desarrollados y con una gran
industria armamentista fomentan y avivan dichos conflictos para obtener
beneficios en la venta de sus armas. Estos son solo algunos de los factores que desgraciadamente pueden
contribuir a la existencia de conflictos armados. Cada situación de guerra es
única y compleja, a menudo implica una combinación de múltiples factores
interrelacionados. Creo que las guerras no existirían si las naciones
respetaran más las leyes internacionales, fomentando la paz a través del
diálogo y el respeto mutuo. |