Transcribimos hoy una relación de matar el gallo, que
desconocemos el año de carnaval que se declamó, así como quien la dijo y autor.
Sólo sabemos que es dedicada a las mujeres. Consta de tres partes: la dedicada
a "las mozas de antes", la dedicada a “las mozas de hoy” y una última parte
dedicada a "las mujeres casadas". Omitimos las dos últimas partes por sus tintes
despectivos y machistas contra la mujer. Creo que los tiempos cambian en la
manera de pensar de las personas y su transcripción podía ser caldo de cultivo del tema tan tratado estos días, de la “violencia de género”. Sin embargo la
parte primera todo son alabanzas a ellas, tal vez como una manera de sublimar y
exaltar a sus madres y abuelas.
Relación “las mujeres”
En esta “suerte del gallo”
que vamos a celebrar,que a los viejos trae recuerdos
de aquella su mocedad,
a los jóvenes ardores,
sobre caballo alazán
y a los niños la esperanza
de que un día llegará …
Ese día en que soñamos
todos en esa edady en novelas de ocasión
-cualquier parecido que haya-
no es mas que imaginación.
Por lo tanto
¡va por ellas!¡aquí va mi relación!
Dedicado a las mozas ..… “de antes”
¡Oh témporas! ; ¡Oh mozas!....
-decían los antiguos-
¡oh tiempos!, ¡oh costumbres!
decimos los de hoy.
Y todos coincidimos
en nuestras opiniones,en que el tiempo pasado
fue mejor.
¿No recuerdas oírlo
a vuestros padres?-pues nosotros también-
y esta larga cadena,
que así opina,
difumina el ayer.
Así nutre que, honrando
a nuestros padres,también coincidiréis,
que tocante a mujer,
-la de este siglo-
con la de ayer.
Aunque no por experiencia
-ya que mi experiencia es
poca-sabemos que como aquellas
mujeres, ya quedan pocas.
Eran de una condición,
-según dicen los mayores-que no usaban en su cutis
mas que sus propios colores.
El carmín era su sangre
que la tez arrebolaba,
y su boca roja y fresca
era Dios quien la pintaba.
El decoro en el vestir,
el recato en el andar,
la prudencia en el hablar
y la gracia en el reir.
Eran por demás caseras,
amigas de las labores,habladoras, -lo preciso-
recatadas en amores.
Larga falda, fino talle,
quizás el busto “descotado”detalle que a nuestros “viejos”
los ponía dislocados.
Decidme tiempo presente:
¿qué fue de aquellas mujeres?¿qué fue de su donosura?
¿por qué no se encuentra hoy tal hermosura?
Muerte del gallo:
Solo me resta pedir,
el perdón más obligado,
a aquel que voy a matar,
despiadado …
No cantarás,
al alba de mañana,con un canto feroz,
-lo lamento de verás-
pues mañana estarás en arroz.
En esta vida amigo,
no existe Edén,se cocían la cabeza
y a la sartén.
Triste destino el tuyo,
vida funesta,¿para qué te ha servido
tan bella cresta…?
Caballero a la gineta
de mi brioso corcel,que indómito tasca el freno,
sin poderlo contener…
Conjuro al gallo arrogante
¡a morir!bajo el peso de mi espada
¡a morir!
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