Antes de la entrada del verano las mujeres de la casa hacían una limpieza general de ésta. Limpiaban bien todos los rincones, los cajones de las cómodas, los armarios, fregaban a conciencia los suelos, embarraban las paredes interiores y, sobre todo, hacían de nuevo los colchones que estaban duros, con la lana hecha pelotas de borra, apelmazada y lastimando los riñones de los que dormían en ellos.
Hubo una época, no demasiado lejana, en la que los colchones eran de lana
de oveja, con una funda de tela en forma de saco, unas veces rojiblanca (de ahí
el apodo de “colchoneros” a los Atléticos), aunque otras veces eran floreadas.
Con el paso del tiempo la lana se iba aplastando o apelmazando y el colchón
reducía en volumen y comodidad, por lo que periódicamente, cada dos o tres
años, aparecían en las casas del pueblo, previo aviso, los colchoneros.
El día antes se había deshecho el colchón, lavando la tela si estaba útil,
así como la lana en el arroyo, colgando esta última a secar en algún alambre de
la era más próxima, como primer paso antes de la llegada del colchonero.
En nuestro pueblo los colchoneros eran normalmente matrimonios. Había dos
matrimonios en San Román dedicados a este oficio hoy desaparecido de
colchonero:
- El Sr. Juminiano (que también era músico)
y su esposa Argimira.
- El Sr. Teófilo y su esposa Prudencia
(padres de Marina).
Los hombres utilizaban una vara, casi
siempre de fresno, que se hundía
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Hemos de hacer notar que esta actividad se realizaba en el corral de la
dueña de los colchones, colocando mantas debajo para evitar el contacto con la
tierra. Las que no tenían corrales lo hacían a las puertas de las respectivas
viviendas, tratando de buscar empedrados. Casi siempre los colchoneros eran
invitados a la comida familiar de ese día.
Hoy, ante la aparición de los colchones de muelles, fibra o látex, más prácticos y con menos mantenimiento, aunque más fríos en invierno, hemos arrinconado y desechado el colchón de lana, haciendo desaparecer la profesión de los antiguos colchoneros.
antigua profesión
de los antiguos colchoneros.
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