lunes, 15 de julio de 2024

Las abuelas de antes.

  Abuelas de aquel ayer

 







Con todo mi cariño, a todas las abuelas sanromaniegas.

Hoy me vais a permitir que abra la puerta de mi memoria con la llave de mi corazón para radiografiar una pequeñísima parte del pasado donde vivían aquellas mujeres que eran nuestras abuelas, poseedoras de valiosos tesoros, entre ellos: la ternura, la sabiduría y experiencia. Valores estos que, lamentablemente, una buena parte de la sociedad actual ha olvidado o se niega a heredar. Desempeñaban en tiempos pasados, un papel fundamental en la familia y la comunidad

Me imagino la infancia que tuvieron aquellas mujeres, la que iría al colegio solo lo justo hasta aprender a leer y a escribir lo más elemental, aparte de las cuatro reglas, la que dormiría en un colchón de lana acompañada de una o varias hermanas, la que a la hora de comer metería la cuchara en un único recipiente junto con las del resto de  la familia, la que iría a por agua al caño, la que antes de cumplir los diez años ya ayudaba a su madre en las tareas de aquel hogar, de entonces, carente de todo tipo de electrodomésticos, la que desde pequeña le enseñaron a arrancar matas de garbanzos y ayudar en la era a sus padres, la que aprendió a hilvanar y a zurcir remiendos, la que para lavar la ropa tenía que ir al arroyo, la que falleció sin conocer el mar, la que nunca supo que al casarse existía “el viaje de novios”, la que con mucho esfuerzo llegó a tener un papel que la hacía propietaria de un techo, la que sacó adelante junto a su marido a sus hijos, que eran muchos en aquella época, dándoles a todos una cultura que ella no pudo tener, la que trabajó durante toda su vida sin horas, sin vacaciones, sin darse de alta en la seguridad social, ni obtuvo una jubilación justa ante tanto esfuerzo, y entre otras cosas, y esta es la más importante, la que respetó a sus padres y abuelos a los que asistió hasta su muerte.

Abuelas como las de aquel tiempo que lo dieron todo por la familia mientras fueron útiles, transmisoras de sabiduría y experiencia además de dar sabios consejos, apoyo emocional, e incluso económico para mantener a la familia unida.

Tristemente, para una parte de la sociedad, el cuidar a nuestros mayores es una limitación de libertades a su ocio, a su vida fácil, olvidándose de que esa abuela ya no puede ayudar y ahora tiene que ser ayudada.

Mientras tanto, aquellas abuelas en su soledad, la más infame de todas las compañías, les quedarán todavía cariño por repartir, lo que ya no les quedarán es el cariño económico porque lo fueron repartiendo ayudando con sus ahorros a los hijos y nietos cuando estaban en apuros. Antes de morir esperaban cada noche el beso de buenas noches de sus hijos, o sus llamadas, pero ellos estaban tan ocupados que no tendrán tiempo ni para esto.

Una persona alcalaína, ya fallecida, a la que yo tuve mucho aprecio y estima me dijo un día: la soledad es mala, pero la soledad en compañía es mucho peor. Se refería a esa soledad que nuestros mayores viven dentro de una familia que los margina, tratándolos como un trasto viejo.

Las personas mayores merecen vivir una vejez placentera, rodeadas del respeto y cariño de sus familiares evitando a toda costa su aislamiento. Ellos y ellas, nos demostrarán su agradecimiento con un gesto, o con una gratificante pero muda mirada, cuando perciban la dulce caricia de una mano y la pausada voz de quién les hable empleando un tono cariñoso. Son pequeños detalles que a los mayores les gusta.

En resumen, las abuelas de antes eran guardianas de tradiciones, portadoras de historias y fuente de amor incondicional hacia sus nietos. Siempre es fascinante aprender de su legado.

sábado, 15 de junio de 2024

Demasiadas Leyes Generales de Educación.

   

Falta de consenso en educación


La educación en España está regulada por un conjunto extenso y complejo de leyes y normativas que, no siempre, buscan garantizar la calidad y la igualdad en el acceso a la educación. Sin embargo, existe un debate constante sobre si hay un exceso de legislación en este ámbito. Los maestros no terminábamos de implantar las normas y metodologías de una ley cuando llegaba otra precipitadamente. En algunos momentos dudábamos cuál era la que regía ese año, pues se superponían en el tiempo

Tal situación dislocaba a padres, alumnos y maestros. Hacer programaciones era una labor ingrata y se daba más preferencia que enseñar. Objetivos con variada gama y nivel, conceptos, procedimientos, actitudes, criterios de evaluación y calificación etc.

Sirva como ejemplo cronológico las distintas leyes de educación de estos últimos años: 

Ley General de Educación de 1970 del ministro Villar Palasí,.la popular E.G.B. Todos los maestros de mi época o generación vivimos el surgir de esa revolucionaria transformación progresiva de esa ley de educación, y digo revolucionaria porque aprendimos y aplicamos las matemáticas modernas, aquellas de conjuntos, de diagramas de Venn, uniones, intersecciones, aplicaciones. Primaba en este sistema el desarrollo de las capacidades de raciocinio, pero después se comprobó, poco útiles para comprar y vender en las tiendas y echar las cuentas de la vida diaria..

Después de aquella revolucionaria ley vinieron otras: La LOECE (1980) del ministro Otero Novas. La LODE (1985) del ministro José María Maravall. La LOGSE (1990) del ministro Javier Solana. la LOPEG (1995) del ministro Gustavo Suarez Pertierra. La LOCE (2002) de la ministra Pilar del Castillo. La LOE (2006) de la ministra María José Segundo. La LOMCE (2013) del ministro José Ignacio Wert y la LOMLOE (2020) de la ministra Isabel Celá. Y así continuaremos. Las tres últimas no me han afectado por jubilación.

Todos estos cambios, con tanta frecuencia, no beneficiaron mucho a la enseñanza, casi todos motivados por un interés político. Si cambiaba el partido político que gobernaba, había que justificarse con una nueva ley, y así cada 4 ó 5 años aparecía una nueva ley de educación. Hubiera sido más conveniente haber valorado cada reforma educativa en un tiempo prudencial y corregir los fallos detectados antes que promulgar una nueva. Los políticos de uno y otro bando anteponen motivos electorales antes que el beneficio a la educación. Sería conveniente consensuar entre partidos para llegar a pactos de estado que beneficiaran el bien común de la ciudadanía. Con la educación no se juega.

El informe “PISA” es una evaluación trienal realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En el último informe España no ha salido muy bien valorada. Este informe mide el rendimiento de los estudiantes de 15 años en tres áreas clave: lectura, matemáticas y ciencias. Una de las críticas más comunes es la frecuente modificación de leyes educativas con cada cambio de gobierno. Esto genera inestabilidad en el sistema educativo y confusión entre docentes, estudiantes y familias

Lo que no debe cambiar con ninguna ley es aprender a leer y escribir en toda su extensión.  Podíamos decir que ambas son como una llave maestra que abre la puerta al conocimiento.

Leer con una dicción y entonación adecuada, comprendiendo cada expresión y cada giro a través de comentarios de textos adaptados a los niveles correspondientes. Decir lo mismo de diferentes maneras, sustituir por sinónimos, buscar antónimos. Trabajar los textos para sacar el grano de la paja, en una palabra, resumir captando el mensaje de lo que leemos. Hay que potenciar en el niño el comprender lo que lee y que sepa expresarse tanto oral como por escrito.

Los primeros cursos de Educación Primaria deben servir para construir los cimientos sólidos de futuros aprendizajes. No hay que inventarse tantos términos y sí profundizar en la práctica de lo fundamental. 

Conclusión:

La educación en España tiene varios retos y  desafíos significativos que superar, como los resultados académicos por debajo de la media de la OCDE, la alta tasa de abandono escolar y las desigualdades socioeconómicas y regionales. La percepción pública es en general positiva respecto al profesorado. Sería beneficioso enfocar esfuerzos en la reducción de desigualdades, potenciar la Formación Profesional, así como innovación pedagógica y la formación continua de los docentes.

miércoles, 15 de mayo de 2024

San Román de Hornija visto antes y ahora.

 


 

La carencia de recursos no anula la felicidad

 

San Román, años 50

Aquél pueblo de tapias, corrales, muladares  ("mudadales" allí) y albañales -que allí llamábamos “colagas”-, de viejos tejados curvados, con teja vieja, de calles que algunas morían entre trigales abrileños y rastrojos calcinados, de eternos temporales donde el viento aullaba en los sobrados dibujando sombras en sus muros, donde por la noche, el ruido de alguna teja al estrellarse contra el suelo de la calle hacía espantar a los gatos y despertar a los niños lactantes.

Aquél pueblo de calles intransitables, de barrizales en invierno perforados por el paso de las caballerías que dejaban huellas y hoyos con sus herraduras, hoyos donde bebían los gorriones y hasta la luna se reflejaba en el pequeño espejo circular de su agua. Las mujeres andaban sus calles con galochas de madera -en San Román llamábamos "garlochas"-. eran como zuecos para transitar las calles aislando los pies de barros y humedades.

Aquél pueblo poseía una pequeña campana que la gente llamaba “Pascualeja”, ya que anunciaba, cotidianamente, el fallecimiento de niños. Ei entierro de éstos se realizaba en ataúdes blancos, llevados siempre por otros pequeños. Se mortificaba con lutos perpetuos, de novias enclaustradas vestidas de negro, de radios y llamadores de las puertas mudos y hasta la cal por ser blanca era castigada cuando moría el abuelo.

Aquél pueblo de ajuares bordados en bastidores con los caros hilos multicolores de la paciencia, labrados por primorosas novias mientras esperaban la carta con la licencia del novio; todas aquellas cartas, me consta, llegaron todas a su destino, tan solo se perdió aquella que aquél no escribió.

Aquel pueblo, que poseía una estación de ferrocarril, como único medio de comunicación con el exterior, donde se fundían en lágrimas los adioses de aquellas despedídas tristes de los emigrantes que partían rumbo a lo desconocido, dejando sus casas y el pueblo que les había visto nacer.

Aquel pueblo, donde la mujer, nuestras madres, eran el miembro más sacrificado de la familia. realizando una gran diversidad de actividades: eran las responsables directas de la educación de los hijos, muy temprano, iban con cántaros a por agua al caño para el consumo doméstico, trajinaban en las faenas de la casa sin los adelantos de los electrodomésticos actuales -lavadoras, lavaplatos, aspiradoras, etc.- que hacen más llevaderas dichas tareas, confeccionaban la ropa interior de toda la familia, como habían aprendido de sus madres, así como camisas, jerséis, bufandas, calcetines, además de coser y remendar la usada. Hoy la ropa se encuentra confeccionada y al alcance de todos los bolsillos según calidades. Ayudaban en las faenas del campo: vendimias, barrido de solares en las eras, limpia de garbanzos, espigado; sin olvidarnos del cosido de cebaderas, mantas, sacos y demás útiles agrícolas etc…

Aquél pueblo, sin embargo, si sabía divertirse con pocas cosas, había baile dominical excepto en Cuaresma, y en fiestas especiales de Carnaval, San Juan y San Roque. En carnaval se manifestaba aquella cultura popular a través de murgas y relaciones.

Aquel pueblo carente de comodidades, pero que aprovechaba los pocos recursos que tenía para hacer felices a sus moradores.    

Aquel pueblo era mi pueblo en los años cincuenta….

Este pueblo actual: San Román de Hornija, es un pueblo más moderno, de calles pavimentadas, con agua corriente en las casas, espacios para el recreo y el deporte. Un pueblo acogedor, que gusta de celebrar de manera participativa sus fiestas de agosto. Y que está, últimamente, potenciando el turismo del antiguo Monasterio y su historia, donde yacen los restos del rey visigodo Chindasvinto y su joven esposa.

Ya no tenemos calles con barros, hay agua corriente y red de alcantarillado, así como pavimentadas las calles. No se ven mujeres con galochas y apenas hay caballerías. Nacen menos niños y nunca suena aquella “Pascualeja” ya que éstos reciben mejores atenciones pediátricas.

No todo lo que nos ha aportado la época actual es positivo, somos en la actualidad un pueblo con muchos menos habitantes que en otra época, apenas rozamos los 300 habitantes empadronados. Son muchos los factores que nos han llevado a ese vaciado del mundo rural:

1_ Disminución del número de hijos, antes las familias tenían siete o más hijos, ahora uno o dos.

2_ Una maquinaria agrícola que ha sustituido los brazos del hombre, trayendo como consecuencia la emigración a zonas industriales.

3_ Por último, la atracción que ofrece la gran ciudad a nuestros jóvenes para realizar estudios, o mejorar su calidad de vida. 

Así veo yo ahora a mi pueblo, y así vi y viví en aquél otro que relato de otra época. Si alguien me preguntase que con cuál de los dos pueblos descritos me quedaría, diría que con el que ahora disfrutamos, con más recursos económicos y mejor calidad de vida, aunque añorando aquella estación de ferrocarril desaparecida por la invasión del automóvil, y como no, recordando a aquellas gentes que habitaron en el primero, gentes de honor y de palabra, solidarios con los demás y amantes de las tradiciones. Valores pocos practicados por una buena parte de la sociedad actual.  

lunes, 15 de abril de 2024

La vida se rompe con las guerras


 El terror de las guerras


Niños huyendo de Bombas Napalm


Aquellos que vimos por la tele, hace aproximadamente 52 años, esta imagen no las olvidaremos jamás. El fotógrafo Nick Ut fotografió a un grupo de niños vietnamitas que huían por una carretera despavoridos y quemados por las bombas de napalm. La niña que corría desnuda gritando de dolor por las quemaduras, junto con sus primos, era Kim Phuc.  Esta impactante instantánea ganó el premio Pullizer el año siguiente. La horrible fotografía de niños que huyen de un ataque mortal con napalm se convirtió en una imagen definitoria no solo de la guerra de Vietnam sino del siglo XX.  Humo oscuro ondeando detrás de ellos, los rostros de los sujetos jóvenes están pintados con una mezcla de terror, dolor y confusión. Los soldados de la 25ª División del ejército de Vietnam del Sur los siguen impotentes. Esta imagen refleja el terror de aquella guerra que causó un millón de muertes entre civiles.

Es un testimonio que refleja el sufrimiento que puede provocar la barbarie humana, previsible y evitable si la condición humana no estuviera podrida por el odio, los fanatismos y los intereses económicos. La inmensa mayoría nos conmovimos al contemplar esta escena. Habría que ser muy mala persona para no hacerlo o ser un psicópata que no es capaz de sentir empatía por las víctimas.

Las guerras hacen hábito de la muerte y, como consecuencia, la vida pierde todo valor, hasta la insignificancia. Las vidas humanas están a merced de sanguinarios iluminados, revestidos de mesías de sus pueblos.

Los medios de comunicación informan diariamente de los muertos y heridos que se van produciendo en atentados y contiendas.  Actualmente tenemos buen ejemplo de esta barbarie en dos focos: Gaza (Palestina) y Ucrania, donde se cometen verdaderas salvajadas como atacar hospitales, escuelas, viviendas familiares, vehículos de ONG que tratan de combatir la hambruna de niños inocentes a dicho conflicto etc. Las noticias e imágenes diarias que recibimos por televisión, que antes nos entristecían, lejos de impactarnos nos están habituando a percibirlas con una pasmosa indiferencia.

Desconocemos el final de esas contiendas, de los focos bélicos antes enunciados, pero pudiera ser que, ante la impotencia de conseguir los objetivos de una total victoria, se lleve a cabo el uso de otras armas más destructivas como las nucleares, que traerían consigo efectos más perversos. La humanidad se va degenerando y va en declive hacia la autodestrucción. ¿En nombre de qué patria o bandera podemos encontrar justificaciones para matar a niños y personas inocentes?

      ¿Por qué sigue habiendo guerras?

La pregunta sobre la existencia aun de las guerras es muy compleja y las respuestas varían dependiendo del contexto histórico, político, social y económico de cada conflicto. Aquí hay algunas razones generales por las cuales las guerras pueden ocurrir:

 ._ Conflictos de intereses: Los países pueden entrar en guerra debido a disputas territoriales, recursos naturales, poder político o influencia económica.

2._ Ideologías opuestas: Las diferencias ideológicas o las tensiones religiosas, a menudo, han sido la causa de conflictos armados.

3 ._ Competencia por el poder: La lucha por el poder o por su permanencia entre líderes o grupos dentro de un país, o entre diferentes países o bloques de países, puede conducir a conflictos armados.

4._ Autoestima: Los países pueden recurrir a la guerra para protegerse de una amenaza percibida o real de otro país

5._ Problemas sociales y ecanómicos: La pobreza, la desigualdad, la opresión y otros problemas sociales y económicos pueden alimentar el resentimiento y la insatisfacción que conducen a conflictos armados.

6._ Factores históricoe: Las tensiones históricas y los conflictos no resueltos pueden estallar en guerras, especialmente si hay sentimientos de venganza o justicia pendiente.

7._ Manipulación política: Los líderes políticos a veces recurren a la guerra como una forma de distraer a la población de problemas internos, consolidar su poder o desviar la atención de escándalos o fracasos políticos.

8._ Intereses económicos de terceros países: Países sumamente desarrollados y con una gran industria armamentista fomentan y avivan dichos conflictos para obtener beneficios en la venta de sus armas.

Estos son solo algunos de los factores que desgraciadamente pueden contribuir a la existencia de conflictos armados. Cada situación de guerra es única y compleja, a menudo implica una combinación de múltiples factores interrelacionados. Creo que las guerras no existirían si las naciones respetaran más las leyes internacionales, fomentando la paz a través del diálogo y el respeto mutuo. 


 

viernes, 15 de marzo de 2024

El tiempo no retorna

 

Reloj, no marques las horas.....

 

 

Algunos labradores y ganaderos llevaban un reloj con cadena en un bolsillo del chaleco, asido a un ojal del mismo. Eran los acreditados relojes “Roscopatent”, que deben su nombre a su inventor, el alemán nacionalizado suizo Georges Frederic Roskopf, aunque la mayoría no los necesitaba ya que la vida rural se regía por el sol, pero era un signo más que determinaba clase social.





Parte de las largas noches de invierno se pasaban al fuego o al brasero entre charlas y de fondo radio Andorra. Después a la cama a soñar con los angelitos. En verano la vida bullía con el trajín de la recolección. Las eras, los carros con el grano y la paja por las calles, las casas de par en par para que el fresco de la noche aliviara los calores del día… Si se dormía poco tiempo se recuperaba gracias a la siesta, a la vez que se mitigaban esas horas de excesivo calor del ecuador del día.

 Si de niño me hubieran preguntado cuan larga o corta era la vida para mí, no hubiera dudado en contestar que larga. Los días, ante aquellas ansias de ser mayor, parecían interminables y el tiempo tenía siempre caminos y posibilidades infinitas que ofrecerme. Ahora, de anciano, mi manera de entender el reloj es muy diferente, me he dado cuenta que en la medida que uno avanza en años, dada la monotonía de vida de un jubilado, el tiempo pasa rápido e inexorablemente. Los años se hacen más cortos. Vivir, que en un principio parecía eterno, ahora es tan corto que incluso la vida más longeva se ve fugaz cuando termina.

  Aquel tiempo que pasaba lentamente, cuando lo poseía en abundancia, ahora se ha marchado velozmente. Cuántas veces me aburrí en aquellos entonces, sobre todo durante los años en los cuales los días parecían interminables. Algunas veces derroché mi tiempo desperdiciando horas preciosas.

Pasamos días, meses, años en espera de algún acontecimiento que pudiera alterar nuestras vidas, pero, mientras tanto, el tiempo pasa y consume nuestra existencia, hasta que llegue el día en que todo termine sin damos cuenta que el tiempo nos dejará bruscamente de la misma forma que lo hace el sueño.

Al nacer todos somos iguales, pero hay quienes saben aprovechar lo que la vida pone a su alcance y otros que desperdician momentos y oportunidades. Solamente cuando tomamos conciencia de nuestra finitud es cuando comienzan las quejas, los arrepentimientos y las lamentaciones. Aquel tiempo pasado no tiene posibilidad de retorno y quedamos atrapados en la incertidumbre de nuestro propio destino.

Pienso que, después de esta reflexión, el mejor momento de la vida es cuando la salud y la ilusión nos permiten realizar lo que anhelamos. Haciendo el mejor uso del tiempo de que disponemos ya que siempre es un bien escaso, limitado y valioso. Es importante vivir cada momento, tomar decisiones conscientes y no dejar que las oportunidades se escapen, siempre de acuerdo con nuestros límites.

Llegará otra vez el cambio de hora, que dicen los que entienden que se ahorra mucha energía. Yo no lo entiendo, aunque creo que si nos adaptaramos a la luz del día, sin mover las manillas del reloj, podríamos adelantar o atrasar las faenas y no cambiar bruscamente, dos veces al año, los hábitos de todos. 


jueves, 15 de febrero de 2024

El campo se levanta

 

Tractorada

 

Aquellos que nacimos en un pueblo y a la vez hijos de labradores, sabemos muy bien lo sacrificada que es la profesión de agricultor, siempre mirando a la climatología de la cual depende un alto porcentaje el éxito de la recolección. Bien es cierto que el trabajo físico que realiza actualmente el agricultor ha evolucionado a mejor, gracias al progreso y la ayuda de las máquinas. Hemos asistido al tránsito del arado romano, con la mano en la mancera y tirado por mulas, a los tractores, del carro al remolque, de la siega con la hoz a las actuales cosechadoras, así como mejora en calidad de semillas. Todas estas mejoras traen consigo altas inversiones para el agricultor, ante unos precios bajos de lo que produce, lo que hace que, en la actualidad, no ve rentabilizado su esfuerzo y lucha por mantener la supervivencia de sus explotaciones.    

En las ciudades la gente vive más ajena a los problemas de la agricultura v la ganadería. Solo llegan noticias a ellas cuando las ovejas atraviesan Madrid, cuando hay una subida brutal en los productos del campo –ejemplo el aceite de oliva-,  o cuando los agricultores se manifiestan en sus calles con tractores. Ahora lo están haciendo por España y por Europa para ser oídos ante esta injusticia. Creo que el sector primario que representan y sustentan merece concienciar a la población, a Gobiernos y Comunidad Europea de la importancia de su existencia como fuente de la alimentación de la población.    

 Trabajar con la incertidumbre de no saber cuál va a ser el resultado de su esfuerzo es penoso.  Irrita que los precios los marquen unos señores que no pisan el campo ni se manchan las manos con la tierra. Es frustrante que los fabricantes de la maquinaria, fertilizantes y combustibles suban desmesuradamente los precios y lo que el labrador recibe en la venta de sus productos sea irrisorio.

Desconcierta la maraña de leyes y reglamentos a que están sometidos. Están indignados por la competencia desleal, ya que las exigencias de producción que les imponen quedan exentas y no se aplican a los productos importados de países extracomunitarios. Sin agricultura y ganadería nos faltaría el sustento diario, con las cosas de comer no se juega.

Los agricultores españoles son una parte fundamental de la economía y la cultura de España. El país cuenta con una gran diversidad de cultivos, desde olivos y viñedos, cítricos, cereales, frutas  y hortalizas. La agricultura genera un considerable número de las principales industrias del país y emplea a una parte significativa de la población rural. Sin embargo, los agricultores españoles se enfrentan a desafíos importantes, como la competencia internacional, los cambios en las políticas agrícolas de la Unión Europea, las fluctuaciones en los precios de los productos agrícolas y las condiciones climáticas extermas, como la sequía. Muchos de ellos luchan por mantenerse a flote y mantener sus negocios rentables.

Además, en los últimos años, ha habido un creciente interés en la agricultura sostenible y orgánica en España, lo que ha llevado a algunos agricultores a adoptar prácticas más respetuosas con el medio ambiente y a buscar métodos de producción más éticos y responsables.

En resumen, los agricultores españoles desempeñan un papel crucial en la economía y la sociedad del país, pero se enfrentan a una serie de desafíos que requieren atención y apoyo continuo por parte de los gobiernos y la sociedad en general.

La "tractorada" en España es un término que se utiliza para referirse a las protestas actuales organizadas por los agricultores, con la movilización de tractores y otros vehículos agrícolas en diversas carreteras y autopistas, para expresar su descontento y exigir cambios en las políticas agrarias o en otras áreas que afecten a su sector. Estas protestas suelen ser una respuesta a una serie de problemas y preocupaciones que sufren los agricultores y ganaderos españoles. Algunas de las causas comunes de estas protestas podríamos resumirlas en estos puntos:

    -Precios bajos de los productos agrícolas: los agricultores se enfrentan a precios bajos en el mercado para sus productos, lo que puede afectar su rentabilidad y capacidad para mantener sus negocios.

2   -Competencia internacional: La competencia de productos agrícolas importados de otros países, a menudo con costos de producción más bajos, puede afectar la capacidad de los agricultores españoles para vender sus productos a precios competitivos.

3   -Políticas agrarias de la Unión Europea: Cambios en las políticas agrarias nacionales o de la Unión Europea pueden tener un impacto significativo en la forma en que operan los agricultores y en su capacidad para acceder a subsidios o apoyo financiero.

     -Crisis climáticas y desastres naturales: Eventos como sequías, calor excesivo a destiempo pueden afectar negativamente a los cultivos y la producción agrícola, lo que lleva a pérdidas económicas para los agricultores.

5    -Exigencias burocráticas: Los agricultores a menudo se quejan de una carga excesiva de regulaciones y trámites burocráticos impuestos por la Comunidad Europea que dificultan su trabajo y aumentan sus costos operativos.

6    -Por último, combatir o subsanar las diferencias excesivas de lo que percibe el agricultor o ganadero y el precio que esos productos adquieren en el mercado.

   Estas son solo algunas de las causas más comunes que pueden llevar a los agricultores españoles a organizar tractoradas, para hacer oír sus demandas y presionar cambios en las políticas que afectan a su sector.    

Tomen las medidas necesarias quienes tienen poder y medios para hacerlo y ofrezcan un futuro de esperanza para el campo.


Tractorada en Madrid

lunes, 15 de enero de 2024

El miedo humano

 

El miedo, emoción natural

 

El miedo humano es una emoción básica y natural que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Es una respuesta ante situaciones percibidas como amenazantes, peligrosas o desconocidas. El miedo desencadena una serie de respuestas fisiológicas y psicológicas en el cuerpo, preparándonos para enfrentar o evitar la fuente del miedo.

El miedo puede manifestarse de diferentes formas y en diferentes grados de intensidad. Puede ser causado por situaciones reales, como enfrentarse a un peligro físico inmediato, o por situaciones imaginadas, como los miedos irracionales o las fobias. Algunos miedos comunes en los seres humanos incluyen el miedo a la muerte, el miedo a los animales peligrosos, el miedo a la oscuridad, el miedo a la soledad, el miedo al rechazo social, entre otros.

Si bien el miedo puede ser útil en ciertas situaciones al alertarnos y protegernos del peligro, también puede ser nefasto cuando se convierte en un obstáculo para el desarrollo personal y la búsqueda de nuevas experiencias. Algunas personas experimentan miedos crónicos o intensos que pueden influir en su calidad de vida y requieren ayuda profesional para superarlos.

Es importante tener en cuenta que el miedo es una emoción subjetiva y que cada persona puede experimentarlo de manera diferente. Lo que puede resultar aterrador para una persona puede no serlo para otra.

Hemos vivido parte de nuestras vidas con miedo. Nuestros padres y abuelos en los límites del pánico por el tiempo de guerra entre españoles que les tocó vivir. 

Bien que recuerdo de niño, aquellos “ejercicios espirituales” que, vísperas a la Semana Santa, hacíamos en el Colegio interno de Escolapios de Toro (Zamora). Durante tres o cuatro días olvidábamos toda terea escolar, dedicándonos a la vida espiritual: lecturas religiosas, meditación, así como la escucha de charlas atemorizantes del padre escolapio que dirigía tales ejercicios. Todo con el rigor imprescindible de mantenernos, durante esos tres días, en absoluto silencio y absteniéndonos de toda actividad lúdica. Aquellas charlas nos amedrentaban con las llamas eternas del infierno, el llanto y rechinar de dientes y durante las noches nos acostábamos temiendo que con nocturnidad y alevosía apareciese el demonio con su guadaña y nos arrastrara a las calderas de Pedro Botero, casi siempre por la culpabilidad del despertar a la vida en el descubrir de nuestro cuerpo. No veo a Dios como inclemente e inflexible sino justo y misericordioso; por otra parte el amor a Dios nunca debe de ser como efecto de miedo y temor sino como correspondencia al amor que él nos manifiesta.

También aparecían cada cierto tiempo visionarios que anunciaban catástrofes planetarias y el fin del mundo. A comienzos de los años sesenta nos alarmaban con los efectos de la lluvia radiactiva. Los gases y el polvo que generaban las pruebas nucleares se elevaban hasta la troposfera y después caían cuando llovía en lugares alejados de donde se había producido la explosión.

       El paso de cometas cerca de la tierra ha provocado, desde siempre, mucho miedo y poca ciencia, asustando a los terrestres con calamidades apocalípticas. En 1910 dijeron que el cometa Halley envenenaría la Tierra con el gas cianógeno que traía en la cola. La incultura y la ignorancia abonan el terreno para que profetas y visionarios siembren el desconcierto.

 


Cometa Halley



Contaban personas mayores que en el verano del año 1936, días antes de la guerra civil, se produjo una intensa lluvia de estrellas, lo que hizo asociar ese fenómeno astronómico con la contienda que se avecinaba. “Señales en el cielo calamidades en la tierra”. Sería por eso por lo que ciertas personas crédulas y temerosas se santiguaban cada vez que veían la estela blanca rayar la bóveda del cielo.

Algunas noches los amigos nos reuníamos en la plaza, sentados en aquella gran piedra que existía a la puerta de la casa del cura, hoy bar de jubilados, y contábamos historias que habíamos escuchado sobre apariciones, muertos que enterraron sin estarlo, peleas a la luz de la luna con brillo de cuchillos, venganzas por celos. Nuestra fantasía las recreaba y les añadía detalles que nos inventábamos para hacerlas más intrigantes y pavorosas.

Con el coronavirus diaria y machaconamente en todos los medios de comunicación, bulos incluidos en las redes y tertulianos deslenguados consiguieron, otra vez, meternos el miedo en el cuerpo.

En resumen, el miedo humano es una emoción natural que desempeña un papel importante en nuestra supervivencia y adaptación. Reconocer y comprender nuestros miedos nos permite tomar medidas adecuadas para enfrentarlos o superarlos, y buscar apoyo cuando sea necesario.



viernes, 15 de diciembre de 2023

Personajes ilustres de San Román de Hornija (8): D. Antolín Barbajero Mozo



Antolín Barbajero Mozo

 


Hoy retomamos a la familia Barbajero, con otro personaje nuevo, también clérigo. Ya en este blog, en sendos artículos, hemos hablado de Clemente, Joaquín Justo, Bernardo y hoy tratamos de rebuscar datos de la biografía de Antolín Barbajero Mozo, Canónigo en las Catedrales de León, Zaragoza y canónigo Maestrescuela de la Catedral Primada de Toledo. Ya hacía tiempo que quería reflejar en un artículo dicho personaje, quizá movido por la similitud del segundo apellido con el mío.

Antolín nace en San Román el año 1834 y fallece en Toledo el año 1915.

Padres:  Luis Barbajero y Marciana Mozo.

Abuelos paternos: Ignacio Barbajero y Ana Villar.

Abuelos maternos: Gregorio Mozo y Josefa Gago.

 

Datos sobre la biografía de Antolín Barbajero Mozo:

-Estudió en los seminarios de León y Salamanca.

-Se licenció en Teología y Derecho Canónico,

-Canónigo durante 10 años de la catedral de León.

-Rector del seminario de León durante cinco años.

-Posteriormente fue canónigo en Zaragoza durante cinco años.

-El 18 de octubre de 1875 obtuvo una canonjía en la catedral Primada de Toledo.

-Adquiere una vivienda en la calle Hombre de Palo de Toledo, junto a la Catedral.

-Desarrolló las actividades propias de un miembro del Cabildo, como la de predicar en la Catedral durante la cuaresma o la pascua (al menos en los años de 1879, 1884 y 1886).

-Ocupó además el cargo de examinador prosinodal en mayo de 1882.

-Rector del seminario en 1885.

-Maestrescuela desde 1897.

-A la muerte del cardenal Payá, en diciembre de 1891, fue nombrado Secretario de la Vicaría y Gobierno por el vicario capitular.

-En 1900 es miembro de la Sociedad Arqueológica de Toledo.

-En el invierno de 1905 enfermó y hubo de guardar cama durante dos meses, así como en la primavera de 1914.

-Fallece el 5 de febrero de 1915.

-Tras su fallecimiento su biblioteca fue entregada al Colegio de vocaciones eclesiásticas de San José. 


¿Qué misión tenía el maestrescuela en las catedrales?

El término "maestrescuela" tiene diferentes significados según el contexto, pero en el ámbito eclesiástico se refiere comúnmente al eclesiástico, casi siempre un canónigo, responsable de la educación y formación de los niños que cantaban en el coro de la catedral. El maestrescuela tenía la responsabilidad encargada de enseñarles a leer, escribir, cantar y entender los rituales litúrgicos. Este cargo era particularmente relevante en las catedrales y grandes iglesias donde se mantenía un coro de niños para participar en las celebraciones litúrgicas. En el contexto catedralicio del siglo XIX, el maestrescuela era una figura importante. Su función principal era la de supervisar la educación en la escuela de la catedral. Además, solía desempeñar un papel clave en la administración de la iglesia local, colaborando estrechamente con el cabildo catedralicio.

 

HEMEROTECAS:

El 13 de abril de 1905 el diario “El Castellano” de Toledo publicó una noticia referida a él:

 

Hemos tenido la satisfacción de saludar en la calle a nuestro respetable amigo D. Antolín Barbajero Mozo, Maestrescuela de la Santa Iglesia Primada, repuesto de la dolencia que le detuvo en cama casi dos meses, y aun cuando todavía se encuentra débil es de esperar que dentro de poco se hallará perfectamente bien, como deseamos. Ha sido este uno de los casos en que la visita del Gran Médico fue eficaz para la curación del enfermo, pues en el mismo día en que recibió el Viático, bajó la calentura de tal suerte, que ya no ofreció peligro alguno su padecimiento. Es un aviso más a los enfermos que de veras quieren curar. Por conducto nuestro envía tan respetable amigo las más expresivas gracias a cuantos se han interesado por su salud, en la imposibilidad de poder hacerlo él personalmente”.

Otra noticia aparece en la edición del mismo periódico correspondiente al 2 de mayo de 1914: “También ha tenido que guardar cama durante unos días el M.I. Sr. D. Antolín Barbajero Mozo, Maestrescuela de la S. l. P. Con este motivo ha estado en Toledo su pariente D. Bernardo Barbajero, Deán de la Catedral de Madrid”.

 

Boletín de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de TOLEDO:

Fallece en Toledo el día 5 de febrero de 1915 el Maestrescuela de la Catedral Dr. D. Antolin Barbajero y Mozo, le sucede el canónigo Lic. D. Pedro Cárdenas y Rodríguez,.

 

“El Pueblo de Toledo” (5 de febrero de 1915)

Después de recibir los Santos Sacramentos y la bendición de Su Santidad, ha fallecido el muy ilustre Sr. Dr. D. Antolín Barbajero y Mozo, Dignidad de Maestrescuela de esta S.I.P.

Reiteramos a su familia nuestro sentido pésame, y suplicamos una oración por su alma.

 

BOLETÍN ECLESIÁSTICO DEL OBISPADO DE SALAMANCA (24-03-1860)

GRADOS ACADEMICOS.

Previos los ejercicios literarios que previene el plan de estudios, han recibido en este Seminario Central los grados de Licenciado en Teología: D. AntolÍn Barbajero Mozo, Don Tomás Casimiro Dávila y D. Aristarco González de Casio.


Enterado del proyecto del presente artículo, me envía Andrés Martín Gómez, amigo y muy vinculado a este blog, una carta que D. Antolín Barbajero Mozo remite a sus sobrinos Urbano y Sabastián Refart Mozo. Tengo que aclarar que Marciana Mozo Gago, madre de Antolín, se casó en primeras nupcias con Miguel Refart en 1819. Ante el fallecimiento de Miguel, Marciana contrae matrimonio en segundas nupcias con Luis Barbajero, de cuya unión nace  Antolín Barbajero Mozo. Andrés, sigue muy de cerca el primer matrimonio de Miguel y Marciana, ya que en su árbol genealógico figura Miguel Refart como su ascendiente, así lo demuestra ese apellido Refart, oriundo de tierras gerundendes (Girona), que poseía su abuelo materno: Melitón Gómez Refart. Transcribo el contenido de dicha carta en la que queda reflejado los buenos consejos que su tío Antolín les da a sus sobrinos, animándoles a ser buenos cristianos, así como buenos trabajadores para seguir perteneciendo al cuerpo de camineros que por su mediación han conseguido.

 

Antolín Barbajero Mozo

Dignidad de Maestrescuela

De la Santa Catedral Primada

Toledo


 Mis estimados Urbano y Sebastián:

Que sea enhorabuena por estar ya reunidos para siempre con vuestra madre y con buenos jornales. Se os ha arreglado mucho mejor que se esperaba. Dad mil gracias a Dios por ello y procurad ser buenos cristianos, oyendo misa los domingos y días de precepto en Zamora y cumplid con todas las obligaciones de buenos cristianos.

A vuestra madre, si para ella está distante para ir a pie a Zamora a oír misa, con el tiempo, podéis comprarla una borriquilla, Ya que ahí no costarán muchos cuartos. Ya tenéis seguro vuestro porvenir, si no hacéis alguna cosa para que os echen del cuerpo, y por lo tanto debéis ser buenos trabajadores, teniendo vuestro trozo de carretera mejor cuidado que los de los otros. Procurad estar en buena armonía con el compañero; que vuestra madre se lleve bien con las mujeres que tengáis; y que Sebastián procure tenerla contenta como auxiliar que también es suyo, más que a Urbano, trabajando quince días en un trozo y quince días en otro; en fin, procurad que nadie tenga nada que decir de vosotros, ni superiores, ni inferiores, ni iguales. Mirad, que yo tengo medios de saber de vuestro comportamiento, que por lo mismo que sois sobrinos míos os debéis comportar mejor sin hacer alarde de vuestra influencia para evitar envidias, y si veo que no os comportáis bien, que sois holgazanes y viciosos y que los superiores no están satisfechos de vosotros y os echen del cuerpo, no tenéis que contar conmigo ni con vuestro tío Andrés, que nos ha costado muchos trabajos colocaros en esa posición. Si hasta ahora no habéis tenido, gracias a Dios, vicio alguno, tal vez haya sido debido a que no habéis tenido dinero, pero ahora, que vais a tener buenos jornales si ¿? Expuesto, que el demonio os coja y os hagáis borrachos, jugadores o cualquier otro vicio de los que tanto abundan en la juventud. Para evitarlo, deben entregar integro el jornal a vuestra madre y que ella os de lo imprescindible para vuestros gastos, como para afeitaros, para que intente vuestra madre hacer algún ahorro para una enfermedad que pueda ocurrir o para una supresión de pagos que estamos expuestos por la guerra de Marruecos. Nada me decís de lo que es el jornal de cada uno, ni tampoco si a Urbano le han mandado lo que le han dejado a deber en Lérida. Tampoco me decís nada de la casilla, si es grande o es pequeña, si tiene corral para tener gallinas y cerdo para la matanza y cuadra para tener un borrico, pozo. Ya tiene Sebastián materia para contestarme. Recibid con vuestra madre, memorias de Carmen, Cándida, Liborio y Mariano, que todos se han alegrado mucho de vuestra colocación, y el afecto de vuestro tío-

Firmado y rubricado, Antolín Barbajero Mozo.

Posdata:

Si aún no han mandado a Urbano lo que le han dejado a deber en Lérida por no saber cómo mandarlo, que escriba al encargado de pagarle, que se lo mande por el giro postal Salvador Gómez Alfageme, Beneficiado de la Santa iglesia Catedral, de vosotros. ¿avisa …? A don Salvador para que lo recibas.

Zamora.

 

Entidades y personas que me han suministrado datos para realizar el presente artículo, de los que quedo muy agradecido:

-Archivo Capitular de la Catedral Primada de Toledo.

-Ilmo. Sr. D. Juan Pedro Sánchez Gamero, Canónigo y director del Archivo Capitular de la Catedral de Toledo.

-D. Alfredo Rodríguez González, técnico del Archivo Capitular de la Catedral de Toledo.

-Hemerotecas.

-D. Andrés Martín Gómez


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Ante la proximidad de las fechas navideñas, deseamos a todos los que visitan este blog:


¡FELIZ NAVIDAD!