El día 23 del pasado abril se conmemoró la fiesta del libro.
Coincide esa fecha con el día de la muerte de dos grandes escritores que
murieron en 1616, uno es Miguel de Cervantes, el mejor escritor de habla
castellana de todos los tiempos, y el otro ¡que coincidencia! fallece el mismo
día y año: William Shakespeare, siendo también otro de los grandes escritores pero de habla inglesa. En esta fecha se entrega el Premio Cervantes en el Paraninfo
de la Universidad Cisneriana de Alcalá de Henares. Es el premio más importante
que se otorga a los mejores escritores de lengua castellana, españoles o hispanoamericanos,
es entregado por su Majestad el Rey y este año ha recaído en el poeta venezolano Rafael Cadenas. Hoy, con el
presente artículo, aunque con algo de retraso respecto a esa conmemoración, trato
del libro y su lectura.
Los libros son una forma de escritura y comunicación que se
utiliza para transmitir información, conocimientos, historias y experiencias a
través del tiempo y el espacio. Los libros pueden tener diferentes formatos,
desde textos impresos en papel hasta versiones digitales en línea, y pueden
cubrir una amplia gama de temas, como ciencia, literatura, historia, arte,
religión, aventuras, entre otros.
El libro es como una ventana abierta que
nos llevan a lo desconocido, a sitios y situaciones que los escritores confeccionan
con las palabras ordenadas en surcos por la aradura del papel. Veintisiete
letras que corresponden a veinticuatro fonemas, millones de combinaciones, como en una quiniela, que pueden ir de lo majestuoso a lo sencillo.
En los libros encontramos una herramienta valiosa para la
educación y el aprendizaje, ya que permiten a los lectores explorar y
profundizar en temas específicos y adquirir nuevos conocimientos. Además, los
libros pueden ser una fuente de entretenimiento y una forma de escapar de la
realidad, sumergiéndonos en historias imaginarias o emocionantes.
A lo largo de la historia, los libros han sido importantes para
la preservación y transmisión de la cultura y el conocimiento de generación en
generación. También han sido objeto de controversia y censura en algunos
lugares, debido a su contenido, su
impacto en la sociedad, o por ir en contra de sus mandatarios.
En general, los libros son una parte fundamental de la vida
humana, y continuarán siendo una fuente importante de información, entretenimiento
y educación para las generaciones venideras.
Cuando yo era maestro, leía a mis
alumnos, mejor dicho, les dramatizaba, algunos días de aquellas tardes oscuras
y frías de invierno, el magnífico libro “Corazón”
cuyo autor era el italiano Edmundo de Amicis. En él se narran en forma de diario
las impresiones de un niño y su relación con sus compañeros durante un curso
escolar. La lectura de sus historias emocionaba a mis alumnos. Os prometo, que
no conseguí nunca en clase un silencio tan uniforme y tanta emoción en todos
ellos. Proseguí con otro libro infantil del mismo autor, titulado: “Sangre romañola”. Creo que conseguí, con
ambos, el mismo objetivo, vincularlos a los libros, así como crearles hábitos
de lectura.
Gracias a la lectura el niño adquiere conocimientos, aprende a expresarse bien oralmente y por escrito, entretenimiento sano, ortografía, comprensión lectora, y lo más
importante fomenta en él esa vinculación o atracción por los libros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario