Durante
el siglo XIX, de 1836 a 1851, hubo un decreto del gobierno de aquella época, que influyo
considerablemente en España y en nuestro pueblo, a través de los restos del antiguo Monasterio benedictino
de San Román de Hornija, lo que hoy llamamos
Casa Prioral y en todas las posesiones rústicas que dichos benedictinos tenían en el término municipal. Este fenómeno político se conoce con el nombre de la “Desamortización
de Mendizábal” y por su influencia en nuestro pueblo nos anima a tratarlo en el
presente artículo.
¿Quién era Mendizábal?
¿Quién era Mendizábal?
Juan
Álvarez Mendizábal nació en Chiclana (Cádiz) en 1790, muriendo en Madrid en
1853. Proveniente de la burguesía y político del partido Liberal, fue proveedor
del ejército de Fernando VII para recuperar las colonias españolas en América y
fue uno de los conspiradores que junto al General Riego, obligó al rey a firmar
la Constitución de 1812.
En
1812, al restablecerse en España el Absolutismo, se exilió a Inglaterra, donde
amasó una gran fortuna. Sus pretensiones políticas impulsó a los liberales a
encauzarle en la revolución de 1835, entregándole María Cristina de Borbón,
reina regente, el cargo de Ministro de Hacienda y Primer Ministro entre los
años 1835 y 1836.
Pero
Juan Álvarez pasa a la historia de España por su archiconocida desamortización
de Mendizábal, llevada a cabo en 1836 e inspirada en la Revolución Francesa. Su
objetivo fue dinamizar la economía agrícola del país, desposeyendo de sus
pertenencias a las órdenes religiosas, con el propósito de reducir la deuda
pública y proporcionar al Estado medios económicos con los que financiar la
guerra civil contra los carlistas.
Aunque
su programa no se pudo completar gracias a la desconfianza de la reina regente
Isabel II, que le llevó en 1836 a la dimisión. Volvió a ocupar dicho ministerio
de Hacienda en el año 1843, extendiendo su desamortización al clero secular y
decretando la extinción del diezmo eclesiástico.
Tras
la toma del poder por sus adversarios moderados, se exilió en 1844-1847. Luego
regresó a España y ejerció hasta su muerte como diputado progresista.
¿En qué consistía la desamortización de Mendizábal?
Se trataba de un proceso de nacionalización de los bienes del clero regular para venderlos en pública subasta; aquella medida, inspirada por la Revolución francesa, tenía por objeto dinamizar la economía agrícola del país sacando al mercado libre el ingente patrimonio inmobiliario acumulado por las órdenes religiosas, formando además con sus compradores una clase media dispuesta a apoyar el régimen liberal y la causa de Isabel II; al mismo tiempo, la operación tenía por objeto proporcionar al Estado medios económicos para reducir la agobiante deuda pública que acusaba el empobrecimiento de las arcas de la corona, por la pérdida de las colonias americanas y por la finalización de la 1ª guerra Carlista.
¿En qué consistía la desamortización de Mendizábal?
Se trataba de un proceso de nacionalización de los bienes del clero regular para venderlos en pública subasta; aquella medida, inspirada por la Revolución francesa, tenía por objeto dinamizar la economía agrícola del país sacando al mercado libre el ingente patrimonio inmobiliario acumulado por las órdenes religiosas, formando además con sus compradores una clase media dispuesta a apoyar el régimen liberal y la causa de Isabel II; al mismo tiempo, la operación tenía por objeto proporcionar al Estado medios económicos para reducir la agobiante deuda pública que acusaba el empobrecimiento de las arcas de la corona, por la pérdida de las colonias americanas y por la finalización de la 1ª guerra Carlista.
La
desamortización eclesiástica fue una medida que tomaron varios gobiernos
liberales del siglo XIX para liberar tierras y edificios que se encontraban en
manos de la Iglesia Católica. Estas acciones consistían en expropiar,
nacionalizar y finalmente, venderlas a particulares.
Las
ideas principales de la desamortización de Mendizábal que figuran en el texto
del decreto eran tres:
Los
Motivos: económicos para disminuir la Deuda Pública y sociales para pasar
bienes del estado a manos privadas que estimularían la agricultura y comercio
de la zona.
Los
Bienes: que pone en venta son instituciones religiosas suprimidas en los
decretos del año 1835 como Inquisición, Compañía de Jesús y monasterios de
menos de 12 religiosos.
La
Protección: por parte del Estado de instalaciones de gran valor artístico o
histórico.
La desamortización de Mendizábal en San Román de Hornija:
La desamortización de Mendizábal en San Román de Hornija:
Desde
la muerte de Almanzor en el año 1.002, hasta la desamortización de Mendizábal
(Periodo comprendido entre el 1843 hasta el 1851), el Monasterio de San Román
de Hornija, nuestro pueblo, llevó una vida tranquila, regido por los
benedictinos que en número aproximado de 6, vivían en la casita contigua a la
Iglesia llamada “Casa Prioral”, cuya balconada está actualmente en ruinas. Poseían aparte del
monasterio y terrenos anejos, propiedades rústicas en arrendamiento, así como
bodegas etc. Percibían diezmos que había establecido el estado.
Al llegar la Desamortización de Mendizábal, todas sus posesiones pasaron a manos privadas, incluida la Casa Prioral. Lamentablemente esas posesiones no pudieron pasar a los que trabajaban dichas tierras a cambio de una renta anual, por dos motivos: el primero, de tipo económico, no podían hacer frente a dicha puja o subasta y el segundo, de tipo cultural, su incultura les hacía ajenos a toda la información del proceso que conllevaba esa desamortización.
Al llegar la Desamortización de Mendizábal, todas sus posesiones pasaron a manos privadas, incluida la Casa Prioral. Lamentablemente esas posesiones no pudieron pasar a los que trabajaban dichas tierras a cambio de una renta anual, por dos motivos: el primero, de tipo económico, no podían hacer frente a dicha puja o subasta y el segundo, de tipo cultural, su incultura les hacía ajenos a toda la información del proceso que conllevaba esa desamortización.
Creemos
que los restos del Monasterio de San Román y sus propiedades rústicas anejas, bodegas etc.
serían sacadas a puja de subasta en los primeros años de la desamortización,
dado que cumplía los requisitos del decreto: Monasterio de menos de 12
religiosos. Las propiedades del Monasterio de San Román fueron adquiridas
principalmente por la familia “Requejo” que residía en Zamora. Los mayores aun
recordamos la existencia de un balcón con celosía, que permitía, desde la Casa
Prioral, participar de modo privado en el culto que se realizaba en el templo,
pero esa “servidumbre”, adquirida por los dueños de la Casa Prioral, fue dejada
sin vigencia a raíz de las obras llevadas a cabo en la iglesia en los años 60.
Actualmente, dichas familias han vendido todas esas propiedades, procedentes de la
desamortización a vecinos de San Román.
Como anécdota me cuenta Enrique Mora, descendiente de la familia de los Requejos, que había oído a sus antepasados que el Requejo que compró el Monasterio (a través de un hombre “de paja” o “testaferro” que fue excomulgado por venganza de la iglesia) era el abuelo de su abuela Pilar Requejo y de su prima Isabel Requejo casada más tarde con un “Radillo”
Como anécdota me cuenta Enrique Mora, descendiente de la familia de los Requejos, que había oído a sus antepasados que el Requejo que compró el Monasterio (a través de un hombre “de paja” o “testaferro” que fue excomulgado por venganza de la iglesia) era el abuelo de su abuela Pilar Requejo y de su prima Isabel Requejo casada más tarde con un “Radillo”
Conclusiones sobre la Desamortización:
La
vida monástica en España quedó extinguida durante un importante lapso de tiempo
en 1835, cuando la Desamortización liberal del ministro Juan Álvarez Mendizábal
clausuró los monasterios de monjes, así como todas las demás casas de
comunidades religiosas masculinas, incautándose de sus bienes, y -por lo mal que
se efectuó- no sirvió para resarcir unas arcas del Estado que atravesaban una
situación muy difícil. Además, la vida de numerosos campesinos y otros
trabajadores vinculados a estos centros se empobreció, pues sus condiciones
laborales empeoraron notablemente con los nuevos propietarios, a la vez que
muchos pobres vieron desaparecer las obras de asistencia social que venían
atendiendo sus necesidades, sin que paralelamente surgiera por parte del Estado
algo que supliera esa tarea. Y todo ello, por supuesto, sumado al enorme daño
que ocasionó para el patrimonio artístico y cultural español. Sirva de ejemplo
la Casa Prioral y sus anejos de nuestro pueblo, que ha ido pasando desde la desamortización
por manos privadas y así se encuentra en la actualidad, como lo corrobora la
imagen de la parte inferior, en total ruina la parte más artística del antiguo Monasterio. De
nada ha servido aquel Decreto del Ministerio de Cultura 49/1999 de 11 de Marzo,
en el que se declaró la Iglesia de San Román de Hornija y el antiguo Monasterio
adjunto “bienes de interés cultural”.
La
medida más eficaz, en cuanto al celo de su buena conservación, hubiera sido
desprivatizar dicha Casa Prioral, habiéndose hecho cargo de ella el
municipio, empleándola para actividades culturales o sociales, o bien la Consejería
de Cultura de Castilla y León como protectora del Patrimonio de esta Comunidad.
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