martes, 15 de noviembre de 2022

La vejez que nos toca vivir

 

Hablemos de la vejez


Nos preocupa esa etapa de la vida llamada vejez, en la que estamos inmersos una buena parte de ciudadanos, entre los que me incluyo. Por otra parte, hemos sido más afortunados que esos otros amigos y compañeros que conocimos y que no la han podrán disfrutar por haber quedado en ese camino que no pudieron recorrer. Sé que la longevidad del ser humano actual es mucho mayor que la correspondiente al siglo pasado; entre las causas principales podíamos señalar: los cuidados que, en la actualidad, la geriatría desarrolla en esta etapa llamada “vejez”, otra podría ser el desarrollo e implantación de las jubilaciones, que antes no existían, y cuando una persona dejaba de trabajar, por razón de su edad, se encontraba económicamente a merced de la ayuda o caridad que les ofrecieran sus hijos y nueras. En una palabra, la vejez ha mejorado en calidad de vida.,

       ¿Qué es la vejez?

La vejez es un proceso fisiológico común a todos los seres humanos, y en ella se producen cambios físicos, psicológicos y sociales. La sociedad considera que la vejez, o tercera edad, empieza a los 65 años. Es en este momento donde las personas sufren un punto de decadencia en sus vidas. Los cambios en la vejez no son iguales en todas las personas, y no todo el mundo se enfrenta de la misma manera a ellos. Hay mayores que disfrutan de una buena calidad de vida, y otras no, por no disponen, estos últimos, de una buena salud tanto física como mental para enfrentarse a esta nueva etapa.

Cada persona somos un mundo. Por ello, en función de las capacidades y experiencias de vida de cada uno, se desarrollan unos cambios u otros. Esta etapa está caracterizada por ser el momento donde llega la jubilación, o ser abuelo, que sigue a la etapa de la madurez.

La calidad de vida en la vejez es posible mejorarla pero requiere un pequeño esfuerzo por parte de los mayores. Es importante realizar una actividad física moderada, así como mental, para estimular y mantener activas dichas capacidades y así evitar un deterioro temprano.

Cuando llega esta etapa los cambios no se producen de golpe. El envejecimiento puede ser un proceso largo, y a medida que va avanzando se producen unos cambios u otros. Podemos considerar tres etapas de la vejez.

La prevejez que comprende desde los 55 a los 65 años. Los cambios aún son leves, pero las funciones ya pueden experimentar algunas alteraciones. Pueden aparecer cambios en el sueño, la digestión o la masa muscular. Asimismo, las mujeres experimentan cambios hormonales, como la llegada de la menopausia.

Vejez, propiamente dicha, creemos que esta segunda etapa comprende entre los 65 y los 79 años. En este momento los huesos empiezan a volverse más frágiles, se deteriora la capacidad de aprender y asimilar, los esfuerzos físicos cada vez cuestan más, y empiezan a aparecer problemas digestivos, auditivos o de visión, aunque aún se es capaz de llevar una vida “normal”, con o sin ayuda.

 

La ancianidad, creemos que esta última etapa da comienzo a los 80 años. Puede producirse pérdida ósea y muscular, por lo que la autonomía empieza a verse afectada. Así mismo, pueden aparecer patologías más graves, como el Alzheimer o el ictus. En este momento, la integración y la capacidad de mantener las relaciones sociales es muy importante. Esto ayuda a evitar el aislamiento y la soledad, mejorando la autoestima de la persona.

Cuidados en la vejez

Para llegar sanos a la vejez y poder disfrutar de la tercera edad, es necesario impulsar y fomentar un envejecimiento activo, así como llevar una vida sana y equilibrada. Los cuidados en la vejez dependen de cada persona. No obstante, existen unas pautas que pueden ayudar a mantener un buen estado de salud: 

Buena alimentación

Llevar una dieta equilibrada es muy importante. Se deben evitar las grasas y el azúcar y aumentar las raciones de frutas y verduras, así como beber suficiente agua para mantener hidratado el cuerpo y la piel.

Actividad física moderada

Realizar ejercicio físico es muy importante para mantener activo y saludable el cuerpo. Es cierto que en la vejez el ejercicio físico cada vez cuesta más, pero los paseos diarios son una buena manera de mantenerse activo.

Revisiones médicas

Cuidar de la salud es esencial para mantenerse joven. Realizarse chequeos habitualmente es muy importante, de cara a prevenir enfermedades que puedan aparecer en un futuro.

Cuidado del cuerpo

Verse bien, cuidado y aseado es muy importante para el bienestar del mayor. Cuidarse la piel, el pelo o acudir al podólogo son algunas de las actividades que el mayor puede realizar para un buen envejecimiento activo.

Cuidado de la mente

Igual que se debe mantener activo el cuerpo, es necesario mantener activa la mente. A través de diferentes actividades, como la lectura, la escritura, etc., el mayor puede desarrollar y mantener unas buenas capacidades mentales que ayuden en la prevención de posibles demencias.

Participación social

Para una buena salud mental, es importante relacionarse con amigos, familia, antiguos compañeros de trabajo, etc. Esto ayudará a mantener una actitud activa y positiva ante la vida, además ayuda a evitar la soledad.

Evitar malos hábitos

Es necesario evitar el tabaco y el consumo abusivo de alcohol, así como otras drogas, si se quiere llevar un buen envejecimiento activo y mantenerse sano. 

Adaptar la casa

En la tercera edad pueden producirse problemas de movilidad por lo que es necesario adaptar los baños, las escaleras y todo aquello que pueda suponer un problema. Además, esto ayudará a mantener la independencia del mayor durante más tiempo.

Aceptar y aprender del envejecimiento 

Aceptar el envejecimiento ayuda a disfrutar más de esta etapa. Ayudar al mayor a entender las limitaciones, dándole herramientas para disfrutar. La vejez es solo una etapa más, por lo que hay muchas actividades y planes para disfrutar, solo o en compañía.

Por último, ha revolucionado un sector de las ciencia sobre la posibilidad de transformar células adultas a otras de etapas anteriores y tempranas; no obstante, esos mismos científicos avisan de que nunca seremos inmortales, el objetivo es alargar la calidad de vida..



Cuidados geriátricos

Evolución de la vida



sábado, 15 de octubre de 2022

Personajes ilustres de San Román de Hornija (7) Dr. Don Justo Barbajero y Villar

  

Doctor Don Justo Barbajero y Villar

 

               Hoy, con el presente artículo sobre Justo Barbajero Villar, volvemos a retomar ciclo de esa familia de eclesiásticos "Barbajero" nacidos en nuestro pueblo. En sendos artículos anteriores hablamos de:

 -D. Joaquín Barbajero Villar, obispo de León,

-D. Bernardo Barbajero García, deán de la catedral de Madrid, que dejó huella en San Román costeando las Escuelas Católicas.

-Clemente Barbajero Martín, religioso cisterciense y catedrático de la Universidad de Alcalá

Era tradición en los eclesiásticos de esta familia que hicieran de mecenas o protectores de sobrinos a los que vinculaban al sacerdocio, ocupando, casi todos, grandes cargos en la iglesia católica. Hemos de hacer notar que, a veces, dicho apellido aparece escrito con “g”, no obstante, nosotros seguiremos escribiéndolo con “j”, como terminología más común.

 

 Don Justo Barbajero Villar, hermano menor del antes citado Don Joaquín, obispo de León, nace en San Román de Hornija en el año 1810 y muere en Madrid el año 1881. El Dr. Don Justo Barbajero, eclesiástico y también poeta, actividad, esta última, que desarrolló   siempre sobre temas de índole religioso, dedicó toda su vida a Dios, al estudio y a las letras. Fue secretario de Cámara de su hermano el obispo de León, abad del convento De Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), así como obtuvo cátedra en la Sagrada Escritura por la Universidad de Alcalá de Henares.

Así mismo, destacamos en él su estudio sobre los idiomas principales de aquella época, llegando a regentar la cátedra de lengua hebrea, latina y francesa en la Universidad central.

 

Su obra literaria:

Su actividad en el mundo de las letras comienza con la publicación en 1845 de "Los Mártires", obra donada por el Vizconde francés de Chateaubriand al poeta para que éste lo pusiese en verso castellano, el resultado es magnífico., como así lo demuestra el agradecimiento personal del Vizconde al poeta que a continuación transcribimos traducido al español:

 

Paris, 15 Mar de 1845

    Yo apenas conozco el español, señor Eclesiástico, y solo por una especie de instinto puedo juzgar de su bella poesía. V. me ha hecho demasiado honor en traducir los MÁRTIRES, y les habrá dado en su noble lengua lo que les falta en mi humilde prosa francesa.

  Suplico admita V., señor Eclesiástico, con las más sinceras gracias la seguridad de mi respetuosa consideración.

VIZCONDE DE CHATEAUBRIAND

 

     En 1871 publica el libro "Los Salmos de David", traducción del hebreo de dicha obra bíblica y puesta en verso castellano por el genial poeta. Los salmos de David forman parte de la poesía hebrea, un género basado en la repetición del mismo pensamiento, al menos dos veces, pero diciéndolo de forma diferente. La complejidad de la poesía hebrea y sus grandes diferencias respecto a otras obras del género la han convertido en un texto muy difícil de comprender. Al contrario que otros muchos tipos de poesía de la época, el uso de la poesía para los textos bíblicos ha permitido que tengamos varios ejemplos de las principales características de estas obras.

 

  Actualmente, aún no estamos seguros del origen de los salmos, por lo que no podemos asegurar totalmente la fecha en la que fueron escritos. Los textos parecen haber sido escritos en épocas muy diferentes, ya que parece que la poesía de uno u otro texto tienen diferencias en su poesía dependiendo de la evolución histórica que esta tuvo. Las etapas más usadas para referirse a la época en la que se escribieron los textos son el cautiverio de Babilonia, el de los Macabeos, e incluso algunos pensadores consideran que fue mucho más antiguo.

 

       De esta traducción poética llegaron las mejores críticas. Se dijo que el Dr. D. Justo Barbajero logró hermanar, en lo que es posible, la expresión y poesía del original con su versión castellana, y que el trabajo poético fue totalmente fiel y conforme al original.

 

  Otras obras del autor:

 

LOS HIMNOS DE LA IGLESIA Y CANTICOS DE LA BIBLIA (1878)

 

Compendio de ejercicios devotos para todos los días del año: Contiene la explicación del misterio, ó la vida del santo de cada día, algunas reflexiones sobre la epístola y una meditación sobre el evangelio de la misa, y algunos ejercicios prácticos de devoción, a propósito, para toda clase de personas.

 

 















BIBLIOGRAFÍA:

 

-  Biblioteca Digital de Castilla y León.

- Nobleza e Historia de la familia Barbajero de D. Francisco José Augusto Barbajero y Fernández   

 "Índice de los Colegiales del Mayor de San Ildefonso y menores de Alcalá "

           (AUTOR: Dr. José de Rújula y de Ochotorena (Marques de Ciadoncha).

            

jueves, 15 de septiembre de 2022

Colección de recuerdos

 

¿Te acuerdas de...?

 

        Admiro a la gente que colecciona recuerdos. Sé que es algo poco común en los que rondamos los 80, nos manifestarnos con pérdida de algo de memoria, sin olvidarnos de las demencias, alzheimer, enfermedades hoy tan frecuentes en nuestra edad. En conversaciones con ellos/as la pregunta más común que de inmediato sale a flote es: ¿Te acuerdas de...?, para poner, al instante, a trabajar nuestra memoria y recordar pasajes de un tiempo que se nos fue. Alguien dijo que la memoria es el único paraíso donde nadie puede ser expulsado, y es muy cierto. Por otra parte, todos los que rondamos los 80 años tenemos alguna limitación en la memoria del presente que, a veces nos hace olvidar lo actual, sin embargo, los recuerdos del pasado permanecen bien grabados en los rincones del ayer de nuestro cerebro

 

        Hoy quiero recordar contigo, querido sanromaniego/a, y me dirijo a ti que tienes mi edad o incluso, si eres de unas quintas mayores, o tal vez menor que yo. He empleado la palabra quinta, término este muy utilizado entre mayores y eso me da pie para preguntarte... ¿Te acuerdas cuando nos tallaron para ir a la mili? Primero había que pasar por la prueba de la talla, o de medirse como decíamos en nuestro pueblo. Ser apto para el servicio militar era signo de no sufrir ninguna discapacidad y eso evidenciaba no solo estar capacitado para afrontar el periplo de la mili, sino el de ser una persona útil para poder hacer frente a cualquier clase de trabajo, circunstancia esta muy valorada por la sociedad de aquel tiempo. ¡No me digas que no te acuerdas!

 

       Cuando esto escribo es verano, uno de los veranos más calurosos de los que hemos vivido, me encuentro en mi pueblo, como siempre por estas fechas, tratando este año el mitigar un poco el calor y... ¿te acuerdas a lo que jugábamos en este tiempo cuando éramos niños? Porque para cada época teníamos un juego, así en verano jugábamos a los toros, especialmente en los días anteriores a nuestras fiestas patronales, era como un presagio a la diversión principal de los mayores en San Roque. Entonces, como ahora, los toros era el centro de interés más importante de la fiesta y éramos todos eminentemente taurinos desde la niñez.

 

En vísperas de la Semana Santa sacábamos nuestras matracas, éramos, con nuestros juegos, un augurio de nuestras fiestas, tanto paganas como religiosas. En otras épocas jugábamos a las peonzas, a los santos, a la tarusa, al aro, al taco, al burro, al frontón sobre la torre de la iglesia, a la calva, a patinar sobre el carámbano del chavarcón, hoy desaparecido. Las niñas a la comba, casi siempre en la Cuaresma, que no había baile, al pañuelo, a las tabas, a los alfileres, y así íbamos aprendiendo, a través del juego, a ser mayores e interpretando el sentir de ellos.

 

También te acordarás del tirar “cacharros”, que era, en aquellas noches oscuras de invierno, lanzar un objeto frágil: barriles y cántaros dañados, o bombillas (éstas, por supuesto fundidas) en el portal de las chicas o viceversa. Todo con buen humor, excepto raras excepciones en que el padre o hermano afectado, con poco sentido del humor, salía corriendo detrás de los infractores. Esa actitud de enfado hacía que esa casa, tal vez por morbo, fuera la que sufría más la recepción de tales cacharros

       

“Correr el bollo” en tiempos de carnaval, cuando las casas se envolvían con aquel agradable aroma de rosquillas, pastas y bollos que nuestras madres hacían tradicionalmente para tal ocasión. ¿Verdad, qué te acuerdas? Claro que te acuerdas, como recordarás también cuando tú como yo jugábamos en la calle a las pitas y al clavo, juego este más que peligroso por el riesgo que entrañaba el tratar de clavar un hierro bien afilado en el círculo del suelo, previamente señalado. Tú que eras niña te dedicabas, mientras tanto a jugar a las tabas o a los alfileres, huyendo y esquivando, tal vez, nuestros furibundos lanzamientos.

        Seguro que también recordarás las noches que, por estas épocas, decidíamos la cuadrilla ir a algún melonar, con el riesgo de que si éramos sorprendidos huíamos despavoridos, a todo correr, en dirección al pueblo.

 ¿No fue en el estanco, y en tiempo de fiestas, donde comprábamos para dos o tres amigos nuestro primer paquete de tabaco creyendo que por fumar éramos más mayores? ¿No era de la marca “Bisonte”?... Seguro que sí. El problema era quien se hacía cargo de guardarlo para el día siguiente, lejos de ser localizado por nuestras madres

¿Te acuerdas como nos divertíamos en la estación los domingos en tiempos de la cuaresma? Lugar de encuentro y ocio de la juventud en aquellos domingos de cuaresma. Ante aquellas prohibiciones del baile, en aquellos tiempos de “nacional-catolicismo”, la estación era lugar de encuentro de la juventud, tal vez, como una válvula de escape de acercamiento a otros mundos más comprensivos y tolerantes.

También recuerdo que, cuando éramos niños,, aproximábamos los oídos a los raíles y un continuo y penetrante ruido nos hacía pensar en un más allá de este pueblo, un lenguaje lejano que nos imaginaba nuevos horizontes, otras culturas y otras gentes.

Por último, te acordarás de aquellos inviernos, de entonces, que soportábamos siempre estoicamente con pantalones cortos de pana, los pantalones largos o bombachos eran privilegio de los que cumplían, al menos 14 años y, como consecuencia, a veces, nos acatarrábamos, pero nuestras madres no nos llevaban al médico, ni por supuesto al pediatra que no existía en aquellos tiempos, nos curaban a base de “pediluvios”. Consistía este remedio casero en meternos nuestras madres los pies, durante un tiempo y antes de acostarnos, en una palancana con agua caliente. Si el catarro perduraba, entonces nos ponían en el pecho algún parche.   

Recuerdos, recuerdos, recuerdos...

   ¡Qué tiempos aquellos! Alguien ha dicho que recordar es poder disfrutar de la vida dos veces. Hoy he querido poner a prueba tu memoria, y evocar una pequeña porción de añoranzas para vivir nuevamente escenas de aquél ayer. Otro día, si tú me lo pides, volveré de nuevo a recordar más retazos de aquella época que nos tocó vivir para poder revivirla contigo otra vez.



lunes, 15 de agosto de 2022

El transcurrir del tiempo

 

Reflexión

 

A veces, me paro a pensar en las cosas que no me han ocurrido olvidándome de las vividas, esas otras vidas que las circunstancias o las casualidades impidieron que ocurrieran. Hoy veo como ha pasado el tiempo sin detenerme en proyectos idílicos, pasionales, viajes a lugares desconocidos, así como toda la evocación a sentimientos profundos. Mi corazón se entristece pensando en ello. Creo que fui, alguna vez, solamente un simple caminante por las veredas de la vida al buscar la meta sin disfrutar del recorrido.

Cada día descubrí caminos desconocidos, como si naciera cada mañana de nuevo, sin dejar raíces, sin dejar poso, siempre descubriendo nuevos paisajes y, a veces, sin reparar en contemplarlos. Corriendo siempre hacia adelante sin detenerme a mirar su encanto. Desprecié las veces que el sol me inundó con su grato ardor. Tenía unas expectativas que me alejaron de la realidad, dejándome ciego de avaricia. Ahora, quizás, aunque añoro lo que dejé, pero lo no vivido ya no importa, no sé caminar marcha atrás, es un retorno imposible, ya no se puede retomar el camino de inicio, tengo años y voy haciéndome mayor. El principio queda lejos para unas piernas cansadas, unas piernas con varices en los sentimientos y ampollas en el alma.  Cuando uno se va haciendo mayor el dolor físico de piernas y brazos sustituye a los dolores del corazón.

En algunas ocasiones pienso en los errores que, como humano, he cometido. Los comportamientos humanos son muy complejos y están supeditados a muchos factores que influyen poderosamente: estado de ánimo, precipitación, temperamento, codicia, ambición, juventud, etc. Creo que si volvieran a presentarse dichas coyunturas u opciones, tal vez, reaccionaría idénticamente. Algunas veces tengo arrepentimientos por haber hecho cosas que hubiese querido no haber hecho, y por no hacer cosas que si debí hacer… Pero hay muchas cosas de las que si estoy contento como el de haber sido maestro, sí, Maestro de Primaria o Maestro Nacional, no profesor de EGB. La palabra maestro tiene muchas más connotaciones como educador y formador que la de profesor -trataron de cambiarnos el nombre sin siquiera preguntarnos por ello-. Me halaga el haber sido maestro y haber aportado a mis alumnos un camino más fácil en su formación, siempre pensando que educar a un alumno es hacerle más libre y, a la vez, más feliz, sin olvidar de recordarles e inculcarles que todo requiere esfuerzo y espíritu de superación. Formarles para ser útiles a la  sociedad en que viven, no para que ganen más dinero. Creo que el ser esclavo del dinero no aporta felicidad.

La puerta que da al balcón de la vida, poco a poco se me irá cerrando, pronto, fuera hará frío en invierno y calor, mucho calor, en verano. El viento helador del invierno y el excesivo calor del verano, como el del presente, me darán miedo. Será demasiado fuerte para unos huesos desvanecidos que ya no podrán soportar, sin quebrarse,  el peso de los años.

Sin darme cuenta, transcurrieron los años atravesando caminos en los que no me detuve a escuchar el silencio.. Siempre viví agitado por la música que volvía a sonar con la siguiente melodía.


viernes, 15 de julio de 2022

El incendio en el bosque




Todos contra el fuego

 

 

             En esta época proclive a incendios en esta ”piel de toro” que es la geografía española, dado el calor y la sequía de nuestros campos, no podemos dejar de tratar el tema de los fuegos y sus causas que tanto nos acechan.

 

Denominamos fuego al conjunto de partículas o moléculas incandescentes de materia combustible, que son capaces de emitir calor y luz visible, siendo producidas por una reacción química de oxidación acelerada. Las llamas son las partes del fuego que emiten luz visible, el humo son esas mismas partículas, pero que ya han dejado de emitir dicha luz.

El fuego es considerado uno de los cuatro elementos, y junto al aire, el agua y la tierra ha sido venerado en casi todas las regiones, incluso se le han ofrecido sacrificios en diversas culturas por considerarlo purificador.

Realmente, nadie inventó el fuego, ya que es uno de los cuatro elementos básicos de la naturaleza. El fuego ha existido durante millones de años, y una de las primeras manifestaciones se daba cuando los rayos de una tormenta caían sobre los árboles de los bosques y creaban incendios o cuando un volcán estallaba en erupción. Así pues, los hombres primitivos sabían utilizar el fuego, pero en un principio desconocían la forma de encenderlo y crearlo, por lo que era un elemento muy preciado.


El dominio del fuego ha sido, sin duda, uno de los mayores descubrimientos de la historia y que supuso un cambio radical en el desarrollo de la sociedad. En otros momentos y épocas históricas, el fuego ha jugado un papel fundamental: las familias y miembros de las tribus se reunían en torno al fuego para contar historias y transmitir conocimientos, se utilizaba en todo tipo de ceremonias y ritos, se utilizaba para cocinar alimentos, para forjar herramientas, para ahuyentar animales y peligros, etc.

 

Hasta que se crearon las cerillas, los mecheros y demás formas de crear fuego y la llama, las teorías apuntan a que nuestros antecesores aprendieron a utilizar el fuego frotando palos o golpeando piedras. Por ello, el dominio del fuego se consideró un gran avance para la sociedad y, según los científicos, creen que se logró en la Edad de Piedra Temprana por el Homo Erectus. El dominio del fuego en este periodo no solo sirvió para calentarse durante los fríos días de invierno, sino que también sirvió para mejorar la dieta permitiendo cocinar carnes y vegetales. Así, esta mejora en la alimentación también provocó una mejora en el cerebro y una evolución positiva. Además, el uso del fuego también permitió a los hombres defenderse de los peligros como animales u otras tribus en guerra.

 

Nosotros aprendimos en la escuela cómo los primitivos, obtenían fuego de forma menos fantástica y más laboriosa. Venía en las ilustraciones de la enciclopedia. Aquellos hombres barbudos y desgreñados, a medio camino entre simios y humanos, lo conseguían con el roce insistente de dos palos. Lo intentábamos, pero solo lográbamos calentarlos un poco. Recuerdo a personas chocando el eslabón con el pedernal hasta que se originaba una chispa y prendía la yesca seca. Los niños producíamos chispas golpeando unas piedras blancas contra otras.

Nos llamaba la atención ver cómo saltaban chispas cuando las caballerías pasaban por las calles empedradas al anochecido y daban las herraduras contra el suelo. También cuando los hombres del campo sacaban de la faja negra de su cintura el mechero y con un golpe o dos de mano hacían girar la ruedita sobre la piedra. Prendía la mecha larga y dorada que ellos arrimaban con el dedo pulgar a donde se originaba. Soplaban sobre ella para que se avivase el fuego.

       La cocina de las casas antiguas era el lugar más entrañable. Allí estaba en su sentido más genuino, el hogar, que tiene su corazón bombeando calor desde la candela de llamas, donde las miradas son esponjas absorbentes que captan, hipnotizan y hacen divagar el pensamiento. El atributo del mando alrededor de la chimenea son las tenazas y quien las tiene en sus manos ejerce de timonel avivador y arquitecto reparador del edificio cambiante de la leña vencida por el fuego. A los niños no nos dejaban porque decían que nos podíamos quemar y, no sé de dónde lo sacaron, que si jugábamos con él, nos orinaríamos en la cama.

       En los veranos surgen los incendios incontrolados en nuestros bosques, como consecuencia de las temperaturas elevadas, las sequías y la presencia del viento que aviva el fuego. Siempre se han dado circunstancias por las que el hombre no ha podido controlar el fuego, aunque con menos frecuencia que en la actualidad. Recuerdo, cuando era niño, algún fuego que se producía en el pueblo: tocaban las campanas a arrebato y todos los hombres acudían solidariamente a su apagado portando calderos de agua para su extinción, otros se encargaban de llenar tales recipientes extrayendo agua de pozos próximos. Hoy se emplean medios más eficientes y rápidos gracias a los cuerpos especiales de bomberos y las mangueras de agua a presión que antes no existían. También se emplean aviones y helicópteros especiales para vaciar agua en el foco del fuego de los incendios forestales.  

 

       Desde hace miles de años, tal vez millones, el ser humano tiene una relación muy especial con el fuego. Tanto que se ha convertido en una tradición en muchas zonas del planeta usarlo como centro de celebraciones de todo tipo. El fuego siempre es el espíritu de la fiesta.

Ejemplo de ello lo tenemos en la Comunidad Valenciana donde existen muchas tradiciones relacionadas con el fuego. Tanto que en muchas fiestas y celebraciones tienen el mismo final: hacer una hoguera lo más grande posible en la que quemar todo lo que hemos ido haciendo durante el año para cerrar esa etapa y comenzar una nueva. En el caso de Valencia, las "Fallas" coinciden con la festividad de San José, patrón de los carpinteros, ya que fueron estos los que comenzaron la tradición de quemar restos de madera de sus talleres coincidiendo con el cambio del invierno a la primavera, como un momento de deshacerse de lo antiguo para dar la bienvenida a una nueva etapa llena de vida.


Por último, no todos los fuegos ocurren por error humano o fenómeno meteorológico, hay muchas veces que éste es producido intencionadamente. Hay seres humanos que se mueven en esta vida con el único sentimiento del dinero y son capaces de hacer desaparecer un bosque, con los grandes beneficios que aporta a la humanidad, solamente por convertir ese terreno desolado por el fuego en futuros terrenos aptos para urbanizaciones especuladoras. Así consiguen pingües beneficios al dar más valor a sus propiedades.



FUEGO EN EL BOSQUE

En el filo de la noche
danzan lenguas de fuego,
caen por la montaña,
lamiendo los árboles,
dejándolos secos.
¿Quién cometió el crimen?
Gritó la luna, viendo enrojecer
el cielo.

Habrá un nuevo día,

pero no habrá pájaros en el cielo,
las mariposas se han ido,
se queda un mundo negro,
escrito en letras rojas carmesí.
¿Sabes cómo me siento?
Ya no hay aroma a pinos,
solo tierra calcinada, solo
rastrojos viejos.

Gritos se oyen en aquel

infierno, se oye el rumor del fuego,
Llantos y lágrimas,
agua y esfuerzo.

Cada hoja me habla de paz suave,

y yo les pregunto:
¿dónde está la paz en las manos
que prendieron fuego?
Lágrimas caen de las hojas
que se han librado de las llamas,
intentan mojar el suelo.

(Anónimo)