viernes, 30 de mayo de 2014

“El toro del cajón” en San Román de Hornija





OPINIÓN…OPINIÓN












    El pasado 3 de Mayo estuve en mi pueblo. Desconocía que ese día se celebraba un festejo taurino y me alegró asistir. Es tanta la afición que tenemos todos los sanromaniegos, entre los cuales me incluyo, que ya no podemos esperar a satisfacer dicha afición a las fiestas patronales de nuestra Señora y San Roque,  ahora en el mes de Mayo evocamos otra vez la fiesta del toro y todo lo que conlleva. Lo hacemos con el nombre de: “El toro cajón”.  Se trata de soltar uno o más toros transportados en cajones y generar un encierro por un recinto del pueblo.


    Dicho festejo resultó, aparte de novedoso, muy vistoso y concurrido por muchos forasteros de pueblos próximos. Se hablaba de que ese día nos visitaron cerca de 1300 personas, apenas había sitio para aparcar en las calles del pueblo.

    El citado festejo fue totalmente gratuito. Desconozco, aunque intuyo quien lo pagó. Sospecho que tal vez fuera el Ayuntamiento, que representa a todos los vecinos del pueblo; en una palabra lo pagamos todos.   


    Hay algunas razones positivas sobre la celebración de dicho festejo. La primera sería: los mejores beneficios de caja que obtuvieron los bares de nuestro pueblo ese día. Otra sería, como ya he dicho, esa satisfacción e ilusión que nos reconforta a todos, dada nuestra idiosincrasia en todo lo relacionado con el mundo taurino, y por último, un poco de jactancia o forma de alardear, de que San Román ofrece gratis y de modo altruista, a los  pueblos vecinos, un espectáculo tan peculiar.

    Sin embargo, podíamos encontrar algunas razones que influyeran en su no celebración. Por supuesto, todas serían de índole económico; es decir, que podríamos con el presupuesto de este festejo (permisos, toros, instalación de vallas recinto etc.) solventar otras necesidades, no para disfrute de 2 ó 3 horas de un determinado día de Mayo,  sino que aportasen mejoras a nuestro pueblo, procurando una mejor calidad de vida de nuestros convecinos para todo el año. Véase: tratamiento para la mejora en calidad del agua potable, mejor alumbrado público, reparación de algunas calles, encauzar el proyecto de mantenimiento y restauración de la Casa Prioral: último vestigio cultural de aquel antiguo Monasterio, en cuya sombra se originó nuestro pueblo, etc.
    Ya a través de este blog hemos denunciado la precaria situación de la citada Casa Prioral del antiguo Monasterio de San Román: balconada derrumbada totalmente, la desaparición de un valioso capitel y por sorpresa, en la madrugada del día 4 de Mayo, encontramos derruida y rota una columna. Ante la negligencia y apatía de autoridades municipales y autonómicas, alguien parece interesado en que desaparezca cualquier manifestación de nuestro pobre Patrimonio.   

  Sería muy importante consultar la opinión de todos los sanromaniegos sobre este festejo, y que ellos sopesasen lo positivo o negativo de su celebración. Del resultado de dicho plebiscito decidir su próxima celebración en años sucesivos, siempre acatando la opinión de la mayoría.

    Creo no molestar con esta reflexión a ninguno de nuestros paisanos. Opinar sin ofender a nadie es uno de nuestros objetivos y que siempre tratamos de proyectar en este blog.


Alfio Seco Mozo

lunes, 24 de marzo de 2014

Personajes Ilustres - 4 -: Fr. Plácido Rico Frontaura




Fr. Plácido Rico Frontaura


    Cuenta la historia que, desde la muerte de Almanzor en el año 1.002, hasta la desamortización de Mendizabal (Periodo:1.836 a 1851), el Monasterio de San Román de Hornija, nuestro pueblo, llevó una vida tranquila, regido por los Benedictinos que en número aproximado de 6, vivían en la casita contigua a la Iglesia: “Casa Prioral” balconada actualmente en ruinas. Esta es la circunstancia por la que creemos que dichos monjes tendrían alguna influencia vocacional en los habitantes de nuestro pueblo. En una palabra, a lo largo de tantos siglos de permanencia, algunos de nuestros paisanos profesarían dicha orden benedictina. Hoy nos corresponde destacar un personaje desconocido para nosotros pero con una gran influencia en la Iglesia de aquella época. Nos referimos al benedictino Fr. Plácido Rico Frontaura, que dada su trayectoria podemos catalogarle como otro personaje ilustre de nuestro pueblo. Hemos de reconocer la influencia y hegemonía que poseían las órdenes monásticas en la España de aquella época. 

    Fr Placido Rico Frontaura nace en San Román el 10 de Abril de 1744, hijo de Alonso Rico y de María Frontaura y muere el año 1810.

    Rastreando por internet, en busca de algo importante sobre nuestro pueblo, me entero de la personalidad de este benedictino en los siguientes documentos:   

    1) Profesores de los colegios benedictinos asturianos:

    Durante el cuatrienio 1769-1773 fue lector Fr. Mateo Parcero; pasante primero Fr. Vicente de la Hera, que luego sería lector 1773-77). Y pasante segundo Fr. Plácido Rico Frontaura, que sería más tarde pasante primero (1773-77). Era hermano de Fr. Gregorio Rico, monje de Valladolid y graduado por Irache. Había nacido en San Román de Hornija (Valladolid) y tomado el hábito en Oña el 15 de enero de 1758. Profesó el 20 de abril de 1760 y fue regente de Eslonza (1777-81), abad de Celorio (1781-85), lector de teología moral y Sagrada Escritura de San Juan de Burgos (1785-89) y de San Martín de Madrid (1789-93) y abad de Oña (1793-97). Durante muchos años estuvo con diversos oficios en San Martín de Madrid. Murió en 1810. Compuso entre otras obras una Explicación de las cuatro partes de la doctrina cristiana o Instrucciones dogmático-morales, en que vierte toda la doctrina del Catecismo Romano, en cuatro volúmenes (Madrid, 1796, y 2ªa ed. en 1804) y Reglas de vida cristiana (Madrid, 1802).


    2) Regeneración Educativa y Cultural de la España Moderna por Raquel Boy Castro - Universidad de León. Dice lo siguiente:


    Atendiendo a un análisis de los manuscritos benedictinos recogidos en la Biblioteca Tomás de Lorenzana, a la sazón obispo ilustrado de Girona en la segunda mitad del siglo XVIII, hermano del cardenal Francisco de Lorenzana, podemos comprobar la capacidad educativa del conjunto de centros monásticos, dentro de la carrera profesional de los eclesiásticos de la orden, cuya movilidad sorprende por su frecuencia y la misión formativa asociada a las estancias.

    Resaltemos algunos de los copistas y autores de las lecciones, comentarios y sermones conservados en dicho Archivo, a modo ilustrativo de las trayectorias formativas y docentes de los cuadros entre los diversos colegios monásticos benedictinos: (menciona 8 monjes y publicamos a continuación lo referente a Fr. Plácido Rico Frontaura, que nos interesa).


    Plácido Rico Frontaura, natural de San Román de Hornija (Valladolid). toma el hábito en 1758 en el monasterio de Oña (Burgos), pasante en el colegio de Celorio (1769-1777), rector de estudios del colegio de Eslonza (1778-1781), abad de Celorio (1781-1785), lector de teología moral en los monasterios de Burgos (1785-1789) y de Madrid (1789-1793), abad de Oña (1793-1797). Fallecido en 1810.



SU OBRA BIBLIOGRÁFICA:

  

    EXPLICACIÓN DE LAS CUATRO PARTES DE LA DOCTRINA CRISTIANA o Instrucciones dogmático-morales en que se vierte toda la doctrina del catecismo romano. Por R. P. M. FR. PLÁCIDO RICO FRONTAURA.



    En esta obra amplia los diferentes puntos que el mismo catecismo remite á los párrocos para su extensión  y se tratan de nuevo otros importantes por el Ex-Abad de los monasterios de Celorio y Oña, y maestro general de la religión de San Benito


    Se trata de reglas de la vida cristiana tomadas literalmente de la Sagrada Escritura... a las que sigue un apéndice sobre los sentimientos del penitente delante de Dios al acercarse dignamente á la Sagrada Comunión, por el P. Fr. Plácido Rico Frontaura, Maestro General de Justicia de la religión de San Benito.
    Hemos de aclarar que, aparte de ser Fr. Plácido Rico abad en dos Monasterios, esta gran obra le dio gran prestigio. Por su importancia, en aquella época, fue traducida a todos los idiomas del orbe católico. Hoy día, aun se puede encontrar en las librerías especializadas en libros antiguos.