jueves, 14 de junio de 2012

MURGA DE CARNAVALES - 2 -


MURGA DEL AÑO 1962



    Las murgas eran canciones de carnaval en un lenguaje popular y que trataban de reflejar las anécdotas que ocurrían a lo largo del año a cualquier vecino. Siempre acogidas con el buen humor que caracterizaba a las personas en estas fiestas.
    Incorporamos a nuestro blog esta segunda murga que ha llegado a nuestras manos, cantada en el año1962. Agradecemos el gesto y su contribución a Manuel González, autor de ella para ser cantada esos carnavales con su cuadrilla. Tratamos de transcribirla literalmente tal como nos la da.
    Así, resumiríamos la personalidad de, este amigo y quinto, Manolo González: Persona abierta, extrovertida, locuaz, buen obsevador, muy comunicativo, algo poeta y con un gran sentido del humor. En la emigración de los 60 marchó a Cataluña donde reside con su familia, aunque siempre ha vuelto al pueblo en verano. Ahora dada su condición de jubilado pasa largas temporadas estivales en San Román, su pueblo.   


      MURGA DE 1962


      Felices días señores                                                                                                  a todos en general
      los que a la murga venimos
      les queremos saludar.


      Piden permiso al alcalde
      al secretario también
      a todo el Ayuntamiento
      y también al Sr. Juez.


      Por seguir la tradición
      como en años anteriores    
      algunos hacen el tonto
      nos ha tocado señores.


      Con acento singular
      haremos lo que sepamos
      creo que nos perdonarán
      si en algo les faltamos.


      Pues lo hacemos sin malicia
      esta es la pura verdad
      lo que queremos señores
      es esta fiesta celebrar.


(ESTRIBILLO)
      Esta cuadrilla ideal
      en rasgo de simpatía
      les saludan orgullosos
      por estar en estos días.


      Empecemos pues la charla
      con un chasco que ha pasado
      con un buen hombre y los chicos
      que le tiraron cacharros.


      Lo cogieron con rutina
      y con burlesca infinita
      y al hombre le cayó mal
      el barrer tanto la chica.


      La rompían las baldosas
      hasta la cocina llegaron
      y el hombre para cortarlo
      decidió un día pillarlos.


      Al tirarle la botella
      fue como una exhalación
      con el fin del que pillara
      dármelo un gran palizón.


      A la puerta de Severo
      Iba Carlos el de Abel
      y le dijo con gran furia
      los cascos vas a barrer.

      Continuó la carrera
      y al llegar a la plaza
      vio al célebre D. Iván
      que corría hasta su casa.


      Pisó el acelerador
      y al ir a cerrar la puerta
      no le dio tiempo a trancar
      pues le agarró la chaqueta.


      Le llevaba conducido
      y lloraba D. Iván
      porque la llave él tenía
      y la casa sin cerrar.

      Con palabras de pena
      y pidiéndole perdón
      le decía con astucia
      que nos llevan el jamón.

      Cuando llegue mi padre
      sino lo ve en el portal
      dolorido el corazón
      me mandará fusilar.


      Como el chico es tan bribón
      le decía en esta chanza:
      haga el favor de soltarme
      que me llevan la matanza.

      Y dicen las referencias
      que después que le soltó
      al oír reír a otros chicos
      como un loco los corrió.

      Corriendo por todas las eras
      atravesó el arroyo
      y se marchó para casa
      mojado ya como un pollo.


      Gracias puede dar al alcalde
      que ha echado a tiempo el pregón
      que sino a este pobre hombre
      le llenan hasta el balcón.

      Daremos salsa a la murga
      contando lo que ha pasado
      al venir de entresacar
      subida en un burro blanco.


      Toda la gente sabemos
      sino están desmemoriados
      que para ir a la Moraleja
      hay que ir por la Requejada.

      En medio de ello está el paso
      por ahí iba esta mocita
      y al llegar a la mitad
      dio muestras de caballista.

      El asno que se espantó
      de unos cuantos de bayones
      y el agua que la subió
      por encima de los riñones.

      Entonces se vio el gran rasgo
      de un gentil compañero
      que se ha metido a por ella
       y al fin ya coger cangrejos.

      Mozas ir a entresacar
      con el delirio profundo
      deberéis de rodear
      por el camino de Castronuño.

      Otro chasco sucedió
      a dos amigos formales
      que fueron a las bodegas
      y no llevaron la llave.


      El uno le decía al otro
      con acento de sonrisa
      la llave no la he traido
      que está encima la cornisa.

      Haz el favor de callarte
      pues como llegues a hablar
      nos toca cantar la murga
      el día de Carnaval.

      Y como así ha sucedido
        les verán en esta panda
      cantando muy divertidos
      con la cara colorada.


      Seguiremos la canción
      mentando a la autoridad
      hablando del río Hornija
      que está aun sin limpiar.

      Viajes a Valladolid
      cuesta la preparación
      y ya llevamos dos años
      sin coger la producción.

      Si al final se organiza
      y le vemos encauzado
      cantaremos orgullosos
      por haberlo realizado.

     Si se limpiara en Septiembre
     Gracias le podemos dar
      a don Emilio Calero
      que es el que va a trabajar.

      Ahora que si lo consigue
      no estaremos de queja
      regando las remolachas
      que se crían en las vegas.

      Gracias daremos al Alcalde
      a Calero y los demás
      a la Junta de Regantes
      y al Jefe de la Hermandad.

      Orgullo y sinceridad
      estos son los ideales
      que esta cuadrilla derrama
      en días de carnavales.

      El orgullo ya se sabe
      es propio de los mocitas
      que hasta las que valen poco
      ya se creen muy bonitas.


      Si se hallan en el baile
      ya te puedes preparar
      tienes que volverte mico
      si un baile quieres bailar.

      De las que van a la feria
      unas valen diez pesetas
      otras valen cinco duros
      y las demás cuatro perras.

      De las mozas hemos hablado
      con un poco de razón
      hay que decir que son guapas
      aunque sean de cartón.

      Aunque siempre hay excepción
      los hombres somos formales
      y siempre nos distinguimos
      porque somos más leales.

      (ESTRIBILLO)
      Si fue amena nuestra charla
      muy pronto nos lo dirán
      pero todos celebramos
      esta fiesta sin igual.

      Carnaval es nuestro orgullo
      nuestro gozo y diversión
      y hasta las personas raras
      las sirve de distracción.

      Gracias a la Autoridad
      que el permiso nos ha dado
      sé que nos perdonarán
      si en algo hemos faltado.

      Con esto nos retiramos
      pero miren que es un día
      que la que nos dé un bollico
      hoy la llamaremos tía.

      Y la que no tenga bollos
      porque el tiempo ha estado frío
      a nosotros nos da igual
      también comemos chorizos.

      Adiós pueblo de San Román
      adiós mocitas del alma
      no seáis tan orgullosas
      y os miraremos la cara.

sábado, 2 de junio de 2012

RELACIONES - 2 -



Relaciones de Gerardo Macías Velázquez


    Hoy en nuestro blog  “San Román en el tiempo” nos hacemos eco del segundo artículo sobre Relaciones.  Esta manera de relacionarse del que recitaba con el pueblo, que le escuchaba, era una manifestación cultural que se llevaba a cabo en San Román de Hornija, nuestro pueblo, en Carnaval. Los que declamaban o recitaban solían ser los quintos de ese año.  Alternativamente, esta actividad festiva con gran atisbo cultural, precedía a las “carreras  de cintas  a caballo” o a la acción de matar un gallo a espada, que en San Román se llamaba “correr el gallo”. Ambos eventos se realizaban cabalgando caballos bien enjaezados.
    Hemos de agradecer a Mª Carmen Macías Gudiña que nos ha enviado estas dos relaciones que hicieron para su padre. Creo que lo importante es la persona que ha sabido guardar dichas relaciones y, a su vez, altruistamente las pone al alcance de los demás. Mi labor carece de importancia ya que es sólo colocarlas en internet. Gracias Mª Carmen, creo que con tu actitud honras en el recuerdo a tu ya desaparecido padre.
    También agradecemos a Jesusa Gudiña, esposa del difunto Gerardo Macías Velázquez (q.e.p.d.), ya que sin su complicidad ambas relaciones solamente permanecían en la memoria de su esposo y, poco antes de morir éste, ella con gran esfuerzo las supo transcribir a papel.
    Siempre hemos anhelado recoger en este blog el mayor número de relaciones por dos motivos principales: El primero por evitar su pérdida, cuántas relaciones se  quedaron solamente en la mente de muchos ya fallecidos y el segundo motivo recopilarlas para así conocer, por medio de estas manifestaciones, las inquietudes de la juventud de aquella época.



1._RELACIÓN DE LAS CINTAS


Señoras y caballeros:
      Saludaros quiero al veros
    reunidos en este día
   con singular alegría.
      También quiero complaceros
            en esta tarde de fiesta,
          tarde que suele ser esta
             de amor y de juventud.
       Tarde repleta de luz
            pues así se manifiesta
               en algunos corazones,
        que hallando en ella ocasiones
  propicias para soñar.
 En ella empiezan a amar
  forjando mil ilusiones,
      mil dichas y mil venturas,
    promesas santas y puras 
     de guardarse eterno amor   
 y alejar de sí el temor
              que se tiene a las censuras.        

Empezar la santa vida
          tan deseada y temida         
  de  amantes apasionados,
 de locos enamorados,
 de aquellos que con pulida
    flecha de amor atraviesan, e hieren,
     más también besan
      uno a uno mutuamente,
       con el corazón y mente,
      de este amor que se profesan.
¿No os parece verdad
lo que hasta ahora os he dicho?
Pues si quieres escuchar
desde este brioso bicho,
seré un poco suspicaz
al explicaros querer,
según mi humilde concepto
algo inepto al parecer.
Como puede suceder
 y así sucede, en efecto,
que en días de carnaval
todos nosotros creemos
que noviazgos nuevos vemos
en nuestro pueblo natal.
Costumbre antiquísima es
en esta añorada villa,
que cada joven cortés
como ya todos sabéis,
acompañe a una chiquilla,
para lo cual,  días antes,
se comprometen con ellas
en tonos algo galantes,
todos los acompañantes
de todas las mozas bellas.
Más,  por regla general,
en días de carnaval
como ya os he demostrado,
al unirse el deseado
según la costumbre tal,
con su deseada amiga
¿qué quieren que yo les diga?
Que nacen puros amores
y al esperar cual tiernas flores,
el día en que Dios les bendiga.
Y ya,  para terminar,
por no quererles cansar,
solo decirles me resta
en esta agradable fiesta
que hacemos hoy despertar.
Yo tengo firme intención
de que al pasar por delante,
 mi tan brillante punzón
lleve una cinta flotante,
cinta que en mi corazón
quisiera que felizmente,
 con lazo invisible y fuerte
ligara piadosamente,
 atado otro corazón,
amado por mi eternamente.
Más como puede pasar
por desgraciada querella,
me tendré que conformar,
si sirve para adornar
el cabello de una bella.
Y ya de ustedes me despido
después de pedir perdón,
por toda la incorrección
que en mi palabra haya habido,
diciendo que lo he sentido;
pues deseo con afán
saber si todos por hoy
de mi están complacidos.
Ahora que ya he concluido;
¡dejen paso a mi alazán!

Febrero de 1944
Esta relación de “carrera de cintas” la recitó Gerardo Macías Velázquez y cuyo autor fue D. Bernardo Asensio, maestro ejemplar de las Escuelas Católicas, que dejó una huella en el pueblo difícil de olvidar. 
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2._RELACIÓN DE CORRER EL GALLO
¿Naranjada o cerveza?

Señores que me escucháis
con atención desusada
al ir a matar el gallo
con esta invencible espada,
antes de quitar la vida
de una valiente estocada
a este bicho reñidor,
cuyas patas veis atadas,
a todos quiero deciros
cuatro sencillas palabras,
para contaros un caso
que ocurrió a tres camaradas
de nuestro pueblo vecinos
en la feria toresana.
Como era tanto el calor
y los tres tanto sudaban,
se van al café a tomar
un refresco de naranja,
viendo que todos tenían
con el refresco una “paja”.
Explica uno a los demás:
-Sin duda esto es lo que llaman
cañas los bien entendidos.
-¡Pues hay que pedir sin tacha!
Se sientan luego a una mesa,
ponen las piernas cruzadas,
y encienden un largo puro
al parecer de la Habana,
para dar a demostrar
que son gente adinerada
y luego exclamar a una:
-Camarero, sírvanos en este instante
para nosotros tres cañas.
Y al punto este servicial
vuelve trayendo en sus palmas
una artística bandeja,
con tres de cerveza amarga.
Nada más verle venir,
recelosos se miraban,
por darse cuenta enseguida
de que el “carrizo” les faltaba,
y murmuran entre dientes:
-¡Este tío nos engaña!
Prueban el contenido enseguida,
y al suelo los tres lo tiran,
llaman al camarero y le dicen:
-Mas que refresco metralla
debieron llamar a esto.
¡Por nuestra garganta no pasa!
Febrero de 1944

    Relación, similar a una murga, muy graciosa para “correr el gallo” cuyo autor fue Juanito “El Secretario”. Gerardo Macías parece ser que optó por la carrera de cintas; lo que quiere decir que ésta, dedicada a “carrera de gallos”, quedó inédita porque nunca se llegó a recitar. Gerardo siempre la memorizó. Hemos de aclarar que los tres camaradas de nuestro pueblo eran: Elias Mora, Heradio Sanz, ya fallecido, e Indalecio Barrocal.





domingo, 6 de mayo de 2012

Oficios que desaparecieron en nuestro pueblo - 1 -

Oficios que desaparecieron en San Román



    Las costumbres van cambiando, y cada día nueva tecnología inunda nuestro entorno, relegando al olvido profesiones y oficios que antaño fueron esenciales. Algunos, solamente han cambiado de nombre, como fueron los antiguos bañeros, que ahora todo el mundo se refiere a ellos como socorristas; Otros, perdieron su puesto en la sociedad sustituidos por una máquina, o a causa de un sistema económico que les hizo imposible competir en precios para ganarse el sustento.


    En este artículo, intentaré recordar algunos de esos oficios perdidos o en desuso, para mantener en el recuerdo los que alguna vez fueron imprescindibles. Lógicamente me ceñiré a los oficios desaparecidos en el mundo rural y específicamente a los desaparecidos en San Román de Hornija (Valladolid), que es mi pueblo.




1.- El Pregonero:

Bovina del pregonero
    El pregonero era otra de las profesiones más populares en los pueblos de España. Su origen se remonta a tiempos del Imperio Romano, y durante siglos fue el medio de comunicación y publicidad más eficiente. Llegaba con su corneta a las distintas partes del pueblo, que previamente le había señalado el Ayuntamiento, y allí después del previo toque de corneta, anunciaba avisos municipales u otros eventos. Se me pasa por la cabeza algunos eventos muy peculiares y por curiosos merece la pena recordarles: Se hace saber que: ¡Esta tarde a las 9 horas (oficiales no solares) habrá cine en el salón del Sr. Tirso y se pondrá la película “ ………………..” con un bonito NO-DO de toros! Otros anunciaban la pérdida de alguna herramienta útil del campo, el extravío de alguna manta o prenda de vestido, la presencia en el Ayuntamiento del recaudador de la Contribución, el corte de agua del canal de riego etc; pero había uno muy peculiar y simpático que no se me olvida y decía: ¡Se hace saber la presencia en el pueblo del capador de cerdos de Bercero, el que necesite sus servicios se ruega pase por la plaza del Ayuntamiento!

    ¿Quien, de los que hace ya tiempo realizamos la primera comunión, no recuerda algún pregonero/a de San Román?: La Sra. Trini (viuda) y algunas veces sustituida por su hermano el Sr. Ausencio (ya mencionado en otro artículo de este blog) y como no recordar al último pregonero Sr. Auteliano, (“Aute”) personaje muy carismático, simpático y popular de San Román.
    He de hacer constar que en la actualidad, sustituyendo al personaje del pregonero, desde el Ayuntamiento se emiten avisos por megafonía mediante altavoces situados en la torre de la Iglesia. La alguacila, aprovechando las nuevas tecnologías de audio, creo que en mensaje previamente gravado, anuncia o avisa también de eventos; la corneta es sustituida por un pasodoble previo, dada nuestra afición taurina, pero in situ, sin el recorrido callejero y entrañable que realizaban los  anteriores pregoneros.   

2._ El Herrero:
    El oficio de herrero era el de un artesano que debía unir la fuerza, el ingenio y la destreza para dar, a golpe de martillo
El herrero
sobre un yunque, la forma deseada y el temple adecuado a las piezas que se forjaban en su fragua. En aquellos años era la experiencia y la habilidad propias las que determinaban la calidad de su trabajo. El mundo rural necesitaba antes al herrero para aguzar las herramientas especialmente las rejas del arado; también asumía las funciones propias de cerrajero, viéndose comprometido a hacer cerraduras, llaves, bisagras y pequeños herrajes en los que predominaba el trabajo de ajustado con la lima. Colaboraba con el carretero en la construcción de los carros.

    La fragua era también un lugar de tertulia para hombres. Tenía cierta semejanza con la taberna o la barbería, locales en los que se daba rienda suelta a las opiniones, críticas y bromas. El hecho de estar permanentemente abierta la convertía en lugar de encuentro de los labradores. Había un refrán que reflejaba bien este encuentro: “Con nieve o agua taberna o fragua”
    Para los niños, la fragua era un lugar misterioso que ejercía una atracción no exenta de peligro. Nos asombraba ver el hierro candente, admirábamos las habilidades del Sr. Tasio, con mandil de cuero, envuelto entre chispas que saltaban de su yunque y nos fascinaba hacer funcionar el inmenso fuelle para conseguir reavivar las llamas de la fragua.
    Con el tiempo llegó la mecanización del campo y los adelantos modernos. En pocos años las yuntas de animales fueron sustituidos por tractores. Los antiguos carros por remolques. Los arados romanos por los nuevos artilugios de varias vertederas. En los hogares dejaron de necesitarse trébedes y útiles semejantes. Los enrejados para las ventanas se hacían en talleres especializados. El Sr. Tasio no cambió la forja por la  reparación de maquinaria agrícola y tuvo que  cerrar la fragua años antes de su jubilación.
    En San Román conocí dos fraguas la del Sr. Tasio y la del Sr. Manolo. Esta última a su jubilación tuvo continuidad con su sobrino Arcadio que había nacido en Torrelobatón. A ambos herreros no se les nombraba por su nombre y apellidos, ejemplo Tasio García, sólo añadíamos a su nombre la palabra herrero, así: Tasio “el herrero”, Arcadio “el herrero”, tal vez porque esta profesión imprimía aparte de chispas mucho carisma. La fragua del Sr. Arcadio ha tenido continuidad por la buena transformación o cambio de la forja a la reparación de maquinaria agrícola, regentada en la actualidad por su hijo político.
    Recordamos la personalidad del Sr. Tasio, sólo serio en su trabajo relacionado con su fragua. Personaje muy carismático en San Román, especialmente en la época que se celebraban los carnavales; cada día de éstos encarnaba un personaje distinto, que con buen humor causaba admiración a sus convecinos en dichas celebraciones.     

 
3._ EL Carretero:
    El de Carretero, era un oficio que el Diccionario lo define como “Constructor de carros y carretas”. Este trabajaba la madera, y para fabricar un carro, necesitaba la estrecha colaboración del herrero, pues necesitaba de él todos los elementos metálicos
Herramientas del carretero
que el carro llevaba, como eran las llantas metálicas de las ruedas y el resto de herrajes para hacer más sólida su construcción. Cuando era necesario poner las llantas a las ruedas, se unían ambos, carretero y herrero, y con la ayuda de sus oficiales (porque era una operación trabajosa y arriesgada), hacían una gran hoguera para calentar la llanta hasta que se ponía casi incandescente y así se conseguía su dilatación para acoplarla más fácilmente a la rueda. Una vez colocada la llanta, para conseguir su rápido enfriamiento, se le echaba agua en abundancia, así no se quemaba la madera y la unión quedaba sólida, y se terminaba la operación colocando los pasadores entre hierro y madera. De esta manera concluía la fabricación del carro.
    Este oficio de carretero, al aparecer los remolques (que primero se hicieron para mulas y luego para tractores), le fue dando paso al taller de carpintería metálica, por lo que, igual que ocurrió con el herrero, desapareció en pocos años.
     Los últimos carreteros que hubo en San Román: Justino Gil (trasladó su actividad a la ciudad de Toro), Melquiades Bajón y Ángel Bajón fueron convirtiendo sus talleres de carros y demás aperos en carpintería metálica.

4._ El barbero:
    Recuerdo que en nuestro pueblo existían al menos 3 barberos y se dedicaban a este oficio complementándolo con las faenas del campo; podíamos decir que no eran profesionales, casi siempre 
Utensilios del barbero
eran barberos porque también lo habían sido sus padres. Arreglaban el pelo e iban por las casas una o dos veces por semana para afeitar a sus clientes. Ahora las generaciones actuales manejan para su afeitado maquinillas  y cuchillas con grandes prestaciones y con una seguridad que evita accidentes en cortes. En los pueblos pequeños, como el nuestro, ha desaparecido dicha profesión y el corte de pelo se realiza en las poblaciones grandes donde si hay peluqueros profesionales que a veces se dejan llamar “estilistas”.
    Los tres últimos barberos del pueblo eran estos: el Sr. Pablo, el Sr. Mariano y el Sr. Eustasio, siempre acompañado de ese apellido profesional. "el barbero". Al Sr. Eustasio le apodaban “Patena”, tal vez fuese por la pulcritud y limpieza que manifestaba en los afeitados.    

5._ EL Carbonero (Cisquero):
    Eran muchas familias que en San Román de noviembre a marzo se dedicaban al oficio de hacer carbón vegetal que en nuestro pueblo se llamaba “cisco”. Era un recurso más de supervivencia. Los cisqueros compraban encinas y las ramas de
El carbonero o cisquero
la poda de estas en el monte próximo de Cubillas, donde se quemaban haciendo grandes cumbres formando los hornos que llamaban “cisqueras” Para evitar la total combustión empleaban a veces agua y tierra que luego cribaban antes de envasarlo en sacos. Los sacos con cisco los vendían en Toro, como combustible que se empleaba en los braseros.   
Los tiempos cambian y han surgido otros combustibles, más limpios y al alcance de todos, como la electricidad, el gasóleo, el gas y sus derivados etc.,  que han traído la decadencia del carbón vegetal. ¡Ah! En Toro han dejado de llamarnos el pueblo de los “cisqueros”.
                                                                                                                                       
6._ El sastre:
    Dentro de los oficios artesanales, el de sastre era quizás el más reconocido socialmente y el que implicaba de forma directa a casi todos los miembros de la familia. La especialización que
Material de una sastrería
requería hacía necesaria, además, la presencia de aprendices, casi siempre mujeres, El taller, ubicado por lo general en una dependencia de la misma casa, acentuaba aún más el sentido fraternal de una relación de trabajo, presidida por la confianza.
Las prendas demandadas eran, sobre todo, abrigos, chalecos, chaquetas y pantalones. Las telas más comunes, el paño, la pana y el dril. Con la estandarización en el vestir y la mejora de la ropa confeccionada y al alcance de todos los bolsillos, el oficio de sastre casi ha desaparecido en nuestros días, ya que sobreviven muy pocos talleres localizados sólo en grandes poblaciones.
    Hemos de recordar a dos sastrerías que funcionaban en San Román, la de Gustavo Muñoz y la de su hermano Chencho Muñoz. Recuerdo que era costumbre, todos los años, en las fiestas patronales estrenar traje, siempre confeccionado por alguno de estos dos artesanos.

7._ El pescador de río
    San Román, como pueblo próximo al río Duero y bañado en su proximidad por el río  Hornija, ha habido personas que hacían
Barbos de río
de su profesión la acción de pescar peces en el río, oficio que aprovechaba los recursos alimenticios que la fauna fluvial contenía: barbos carpas, boas, cangrejos etc.


    Hoy, desgraciadamente, el mal trato que el hombre ha dado a este medio ha traído consigo la desaparición de esta actividad y todo lo que conllevaba dicho oficio. Las aguas del 90 % de los ríos españoles están contaminadas y los peces no aptos para la alimentación humana.
Barcas de pescadores
Los pescadores poseían una barca, que se  movida por la acción de un varal que picaba en el fondo, y la debida autorización para la pesca con red. Los peces eran antes muy apreciados y sabrosos y los pescadores los vendían por las casas del pueblo o pueblos próximos, llevándolos en grandes cestas.      
    Hemos de recordar la familia de “Los Valerios” dedicada generacionalmente a este oficio de la pesca, su último representante fue el Sr. Tasio “Valerio”. Otro pescador del que tenemos constancia se llamaba el Sr. Bertilio.

8._ El segador:
El segador
    Allá por finales de julio, los trigos y las cebadas ya estaban en sazón y suficientemente dorados y secos sus granos, era hora de recolectar esa cosecha, buena o mala según los años. La primera fase de esta recolección era la acción de la siega y la realizaban unos hombres entregados a ese trabajo de extrema dureza, que se les llamaba segadores. Comenzaban su  tarea muy pronto, antes de que saliera el sol y cantaran los pájaros. Como todos los trabajos del campo, segar precisaba habilidad y no todos valían.
    Su única herramienta era la hoz en buenas condiciones de filo y por seguridad en la mano izquierda llevaban unos dediles, no en todos los dedos, con el fin de protegerse  éstos de la proximidad de la hoz que manejaba la otra mano. Los dediles eran casi siempre de cuero duro y solían estar atados a la muñeca. Al estar tantos días metidos en aquellos receptáculos, los dedos se volvían tan blancos que parecían de otra mano.
    Solían ir en cuadrillas que ajustaban la siega a los labradores a un precio estimado y acordado por fanega, con la una condición de que  la comida cocinada y el vino corriera a cuenta del propietario de la mies. Segaban de sol a sol protegiéndose de éste por anchos sombreros. Paraban a comer y a veces por falta de árboles, que proyectaran sombra, se protegían del sol con las albardas de sus burros. Cuando su herramienta no cortaba lo suficiente, el calor y cansancio del segador se hacía irresistible, paraban en el “hato” para afilar la hoz y beber un trago de vino con que mitigar el calor y recuperar fuerzas para terminar la jornada.    
    Hemos de recordar, en todas las cuadrillas de segadores, la presencia de un personaje infantil de 9 ó 10 años que recibía el nombre de “rapaz”. El rapaz realizaba tareas de colaboración con la cuadrilla y estaba siempre atento a lo que aquellos le encomendaban: ir a por la bebida, acercarse, a mediodía al pueblo, a por una olla que contenía el cocido, que había preparado la esposa del dueño de la siega. También el rapaz poseía un palo, a modo de cuerno, que le ayudaba a coger brazados de mies para componer las “morenas”. Esta acción se llamaba atropar. El rapaz se olvidaba de los juegos propios de su edad para convertirse en aprendiz de futuro segador y, con ese esfuerzo tan precoz, colaboraba a sustentar la economía de su familia.   
    La palabra “morena” a gente ajena a nuestro pueblo puede que le suene a chino. Se trataba de que en nuestro pueblo, singular en la comarca, no ataba haces de mies y por lo tanto dicha mies la colocaba en gavillas formando “morenas”. La buena  colocación de esas gavillas formando morenas protegía la mies ante tormentas, vientos etc.
    Llegaron nuevos tiempos que terminaron con la siega a hoz y los esforzados segadores. Apareció, sobre los años 50, una
Máquina agavilladora
máquina llamada agavilladora, que movida por tracción animal y mediante un corte móvil de cuchillas y rastros segaba depositando la mies, a voluntad del operario, en “maraños”. Años más tarde surgió la actual máquina “cosechadora, que con un mecanismo sofisticado se olvidaba de “morenas”, “maraños”, trillos, aventadoras etc. Consiguiendo, al mismo tiempo, segar, trillar y aventar, llevándose en el día el grano para casa.        
    Desde aquí honramos la memoria de aquellos esforzados segadores y rapaces que hubo en San Román de Hornija.