sábado, 10 de enero de 2009

Vocabulario típico de San Román

VOCABULARIO TÍPICO DE SAN ROMÁN

En este rincón de esta provincia de Valladolid, donde dicen que mejor se habla castellano, paradójicamente observamos algunos vocablos o expresiones unas veces vulgarismos, otras pertenecientes a un lenguaje muy antiguo trasmitido de generación en generación. Aunque lejos de ser admitidos por la Real Academia de la Lengua serian muy dignas de estudio por algún lingüista. Como creemos que existen más, dicho vocabulario podía ir completándose con las que enviéis.



Acañizar: Palabra antes muy empleada cuando se trillaba en las eras. Al final de la jornada de trilla se recogía la mies trillada y se amontonaba. Esta acción se realizaba con un artilugio en forma de rastra muy grande enganchada a la yunta. Por supuesto este artilugio no era de caña, ateniéndonos a su etimología, por el contrario era un grueso y pesado tablón de madera.
¡Amuélale! (fastídiale)
Atabalero:
Dícese de la persona chapuza, liante o un poco follonero. Etimológicamente "tabal" en nuestra lengua es un tambor grande. Se desconoce la causa del significado que le damos los sanromaniegos.
Bobo neto: (Bobo en sumo grado)
¡Comer un cacho!
Por comer algo. Especialmente merendar en la bodega.
¡Cojo el dos! (voy andando)
Coplero: (pamplinero)
¡Chacho! por (muchacho)
Chalina: (bufanda)
Chanfaina: Plato principal de las matanzas compuesto principalmente de: sangre, mollejas etc. del cerdo.
Chisquero: (mechero, encendedor)
¡De pistón! Ironizando a algo no muy bien hecho.
Echar a habar: Cuando, el día anterior, ponían en agua los garbanzos para que se remojaran y ablandaran.
Embarrar: Por blanquear las paredes. Enjalbegar.
Encetar: (empezar o comenzar el pan, el queso, etc...)
Entoñar:
Por enterrar, hundir. Aunque es admitida por la Real Academia de la Lengua, sin embargo su utilización, excepto en San Román, ha quedado en desuso.
Espalancar: Dejar puertas o ventanas abiertas de par en par. Vocablo oriundo del gallego. 
El papel: (el periodico)
El fresquero: (el pescadero)
¡Jolines!: (expresión que evita otra que suena peor)
Jeríngale: (sinónimo de amuélale)
¡Maldito de cocer!: (Expresión de asombro ante la actitud de otra persona.
Mancar: (dañar)
Majo: (guapo)
Méndigo: (y no mendigo sin tilde). Olvidándonos de la acepción de la Real Academia de la Lengua y de la acción de mendigar. En San Román se entiende por “méndigo” el que anda de la “ceca a la meca” y no trabaja.
Molano:
Canto grande, especialmente del "Monte Viejo". De niños, tal vez como recurso para defendernos de otro más mayor, cogíamos un "molano" y decíamos: ¡Qué te arreo un molanazo! Ese "te arreo" daba más sensación de seguridad y certeza en la puntería. Al final todo quedaba en meras amenazas.
¡No tiene mal alma! (descalificación de algo sobrevalorado)
¡Pállaro, pállaro! (el estudiante que no contesta a nada)
Perdigacho: (por gastador o perdido)
Poder con la torre: (estar fuerte)
¡Pos! (pues)
Puerta espalancada: Puerta abierta del todo, de par en par.
¡Pues luego! Expresión afirmando algo.
Sabino-a: (por llorón o llorona)
sobacar: (socavar las viñas)
Sobrao: (desván)
¡To! (exclamación de sorpresa)
¡Tócale el violo! (sinónimo de amuélale o jeríngale)
Tonto de remate: (tonto también en sumo grado)
¡Velay! (por ¡ve ahí!)
Zacapella: Decimos; "Me llevas a la zacapella", tratando de decir que me llevas muy deprisa. Se cuenta que un matrimonio iba subiendo a buen paso la cuesta de las bodegas, y le dice la mujer al marido: ¡Maldito de cocer, me llevas a la zacapella!